La ciudad de Valencia y más de un centenar de localidades de la diócesis de Valencia conmemorarán la festividad de San Antonio Abad, que se celebra mañana, 17 de enero, con misas, procesiones y la tradicional bendición de animales.
En la ciudad de Valencia, se celebrará mañana una misa a las 11 horas en la parroquia de San Antonio Abad situada en la calle Sagunto, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el párroco Javier Sevilla. Tras la eucaristÃa tendrá lugar la bendición de animales que desfilarán a lo largo de toda la mañana por la calle Sagunto.
Igualmente, hoy, a las 21 horas, tendrá lugar la "cremà " de la tradicional hoguera en la calle, tras la celebración de una misa a las 20 horas en el templo parroquial, ha añadido el párroco.
Asimismo, durante el dÃa de hoy y mañana en frente de la parroquia estará instalado el "porrat" o feria de San Antonio Abad donde se venderán productos tradicionales y frutos secos. El mercado tendrá un puesto para la recogida de alimentos para el economato interparroquial de Cáritas.
Por otra parte, la localidad valenciana de Albal celebrará a San Antonio mañana con una misa a las 19 horas y con las tradicionales hogueras. Igualmente, la bendición de animales tendrá lugar en la calle de l'Eixample a las 12 horas.
Además, en Catarroja la parroquia San Antonio de Padua acogerá cuatro misas y bendiciones de animales domésticos y el domingo a las 12 horas tendrá lugar el desfile de animales por las principales calles de la localidad. En Paiporta, la cabalgata partirá a las 11.30 horas desde la avenida Jaime I tras la celebración de una eucaristÃa en la parroquia de San Jorge Mártir.
Entre las localidades que celebran a San Antonio hay algunas que tienen parroquias dedicadas a él como Alcublas, Alginet, Canals, Casas de Moya, Casas de Pradas, Cerdá, Cullera, Fortaleny, Gilet, Los Isidros, Quesa, Rafelbunyol, San Antonio de Benagéber y Sumacárcer.
San Antonio Abad nació en el seno de una acomodada familia de Egipto en el año 250 y optó por el consejo evangélico del desprendimiento y la entrega de todos los bienes a los pobres, retirándose al desierto. A pesar de ello muchos intentaron seguirlo, por lo que introdujo una nueva etapa en la vida religiosa organizada de forma comunitaria, en lugar del aislamiento individual.
El pequeño cerdo que tradicionalmente la iconografÃa sitúa junto a San Antonio "desde tiempos inmemoriales" no representaba inicialmente al patronazgo del santo sobre los animales, en contra de la creencia popular, sino que "simboliza la tentación de que fue objeto por el demonio cuando permaneció en el desierto, absteniéndose de comer carne".
