Kivi Osma no pudo escuchar apenas nada de lo que se dijo durante el último pleno ordinario del Ayuntamiento de Sagunt. Esta vecina, que padece problemas auditivos, acudió al edificio consistorial y aprovechó el turno de intervenciones ciudadanas para reivindicar que se mejore la accesibilidad para personas como ella. Kivi considera insuficiente la novedad de haber incluido una intérprete de lengua de signos en los plenos para que los vecinos sordos puedan seguir la actividad polÃtica, ya que no todo el mundo es capaz de comprender este lenguaje. "Hacen falta más de cuatro años para aprenderlo y los cursos son muy caros", argumentó. Tampoco es ideal el mecanismo del bucle magnético porque sólo es apto para el sistema T de audÃfonos, que cuestan al menos 3000 euros.
Por ello, este vecina sugiere que se incorpore una sencilla aplicación que subtitula en directo y sólo necesita una pantalla y un ordenador. "De esta forma, los que no oÃmos podrÃamos ser más activos en cualquier acto cultural, por ejemplo, que se haga en Sagunt", afirmó durante el pleno.