Dos imágenes de Velvet y el programa del cocinero de Telecinco. FOTOS ANTENA3 Y TWITTEREs, con toda probabilidad, la mejor ficción española en la actualidad. La serie de los martes de Antena 3 ha conseguido mantener los 4 millones de espectadores de su primera temporada semana tras semana, y eso pese al ligero bajón sufrido esta por el tsunami archipublicitado de Lo Imposible, una película que sorprende por sus efectos especiales pero que, en verdad, tampoco es para tanto. En realidad su triunfo en la noche de ayer fue, sin duda, gracias a una promoción agresiva por parte de Mediaset. Una táctica totalmente lícita, ya que había que destronar al producto estrella de la competencia.
Con Velvet, que pronto podrá verse en Italia e incluso podría también en EEUU, su productora Bambú ha conseguido superar los errores que condujeron a Gran Hotel al declive en espectadores. Tramas menos rocambolescas, más personajes y más empáticos con el espectador que consiguen atrapar a nuevos adeptos y un toque de humor que hace a ésta una serie simpática para la audiencia. Pero no solo esto forma parte de su éxito: una brillante escenificación musical, buenos guiones, una excelente puesta en escena y grandes actuaciones, sobre todo la de los secundarios: Cecilia Freire, Adrián Lastra, Manuela Velasco, Manuela Vellés, Marta Hazas, Miriam Giovanelli o Asier Etxeandía, los verdaderos artífices del éxito de la serie. Sin olvidarnos de las tres actuaciones de lujo: José Sacristán, Premio Ondas por su papel en Velvet, una espléndida Aitana Sánchez-Gijón -desaprovechada en el cine español- y otra grande, Ángela Molina. E incluso convence de mala, Amaia Salamanca.
Velvet se merece el siguiente premio Ondas a la mejor ficción española en la próxima edición. Sus innumerables tramas dan agilidad a la serie, algo que le falló a Gran Hotel que cayó en el tedio más absoluto. Esperemos que los guionistas consigan dándole matices a esta historia de secundarios y personajes con tantos matices. Una ficción brillante e incluso, me atrevería a asegurar, una de las mejores series de la historia de Antena 3.
En contra no por sus audiencias, sino por su falta de respeto a los telespectadores valencianos. Y es que seguramente poca gente vio la payasada que hizo la copia del Karlos Arguiñano que Tele 5 aguanta a la hora de comer, Robin Food se llama el programa en cuestión y su cocinero, David de Jorge. Ayer este Robin Hood de la cocina se lanzó a preparar una "típica paella valenciana", elaborando el caldo de la paella con ingredientes como el puerro, la cebolla y dos dientes de ajo, según este cocinero vasco "una receta tradicional valenciana". Twitter y los valencianos no tardaron en poner el grito en el cielo, ¿no es que quizás esta sea una tradicional paella vasca? Desconozco si existe tal manjar pero valenciana, valenciana, lo que se dice valenciana no lo es. El pasado verano la plataforma Wikipaella realizó un estudio sobre los restaurantes de la Comunitat Valenciana y opiniones de usuarios para determinar cuáles eran los auténticos ingredientes: aceite, pollo, conejo, judía ferradura , "garrofó", tomate, agua, sal y azafrán acompañados por el componente estrella, el arroz . Por lo tanto, ni el pimiento, ni la ñora figuran dentro de la denominación de auténtica "paella valenciana". Pero lo peor de todo fue la respuesta de Robin Food en su cuenta de Twitter. "¡Nos hemos currao una paella memorable y os habéis pasado de críticas! Nos da igual, nos moláis taanto... ¡mañana más!".
Y ni una disculpa a los espectadores, valencianos o no, sorprendidos ante una mentira de receta tradicional. Con respuestas así no de extrañar que su programa sea el quinto programa en su franja de emisión por detrás de Los Simpson, el Corazón de Anne y las tertulias de Cuatro y La Sexta con apenas un 8% empeorando los ya pobres registros de su antecesor, "De buena ley". Total que haga la receta que quiera, nadie le ve, sugiriendo algunos tuiteros malintencionados. Y para colmo se disfrazo con moños y pendientes de fallera, ¿era una sorna para completar la mofa a los valencianos y a su paella? ¿se vestirá de faralaes cuando haga gazpacho o de chulapa cuando haga cocido madrileño? Esperemos, ¿no? Un consejo: Karlos Arguiñano y sus bromas son naturales y hacen reír, forzar la gracia para emularle y tener audiencia Robin Food, no funciona.
