Veus Produccions, la animación como arma de concienciación social

Plastina, silicona o papel. Materiales aparentemente corrientes y nimios que pueden adquirir forma de humano, animal o cualquier otra criatura fantástica, y cobrar vida. Sólo hacen falta unas manos hábiles y un grupo de compañeros llenos de ilusión. Pero, sobre todo, mucha imaginación. Es la magia de la animación, y de hacer que dicha magia brote se encarga el equipo de Veus Produccions. 

La productora, que tiene su núcleo en el Port de Sagunt, nació hace dos años. Alberto Rey es su director. El joven se crió entre películas y lecturas de temática fantástica, lo que le llevó a imaginarse recreando él mismo en el futuro esos escenarios y personajes extraordinarios. El cine, y más concretamente la animación, era la mejor manera de conseguirlo. Mientras estudiaba Historia del Arte, descubrió la técnica de animación stop motion, y fue un flechazo. "Es la más accesible y artística, porque se reúnen todas las disciplinas. En pleno siglo XXI hacer algo de forma manual y artesana tiene una textura diferente, otra calidez", cuenta Alberto. Tenía que dedicarse al cine, y se puso manos a la obra. 

El éxito a nivel nacional e internacional de Shame, uno de los primeros cortos que Alberto concibió y que pretende concienciar sobre el drama de los refugiados, resultó un gran impulso. La idea de crear una productora para dar continuidad profesional a su pasión rondaba por su mente. Fue por aquel entonces cuando el cineasta novel quiso abordar audiovisualmente la lucha sufragista y las circunstancias lo empujaron a reunir a dos compañeros de estudios, a los que se sumó Óscar García, para poder producir el corto que poco después vio la luz bajo el nombre de The Purple Fight. Alberto ya tenía a un equipo, así que dieron el paso. Fue el origen de Veus Produccions.

Alberto y Óscar se conocieron por casualidad en la inauguración de un bar en el Port de Sagunt. Óscar acababa de terminar sus estudios de Diseño Gráfico y durante la carrera había sentido curiosidad por la animación, así que cuando se encontró con Alberto la conexión fue inevitable. Ambos comparten, además del espíritu 'friki' que queda reflejado en sus trabajos, su amor por el cine. A través de la productora dan rienda suelta a su creatividad. Junto con Fernando, que compone la música, y Cristina, encargada de los efectos especiales y la animación 3D, conforman un equipo que trabaja de forma incansable. 

El problema es la falta de recursos. "Siempre tenemos ideas ambiciosas, pero hay que ser realistas; no tenemos tiempo, ni material, ni presupuesto, hay que hacer ajustes", comenta Alberto, que trabaja en sus creaciones desde el sótano de la casa de su padre. Sin embargo, Óscar le da la vuelta a lo que, a priori, es un obstáculo: "Las limitaciones que tenemos son una oportunidad para ser más creativos".

El entusiasmo del equipo de Veus Produccions es tal que, cuando se proponen algo de manera muy firme, lo acaban consiguiendo. Prueba de ello es uno de sus premios más recientes: el de mejor booktráiler en el III Concurso Nacional de Cortos y Booktráilers de Laura Gallego. Un reconocimiento muy especial que se marcaron como meta personal debido a su admiración por la escritora valenciana. 

El talento da sus frutos. Poco a poco se van acumulando las selecciones en festivales como el de Ainzón (Zaragoza), las proyecciones más allá del charco, las buenas críticas, las propuestas para dar cursos… Ya han cosechado éxitos gracias a The Purple Fight y otros trabajos como el videoclip en lengua de signos de la canción I tu, sols tu de El Diluvi.

Pensar en Veus Produccions es pensar en stop motion. Esta técnica consiste animar figuras recreando su movimiento mediante fotogramas. En concreto, un segundo de vídeo en stopmotion equivale a 24 fotografías. Una tarea muy laboriosa que requiere paciencia y conocimiento de las leyes de la animación para que el resultado  sea fluido y natural a la vista. Sin embargo, desde la productora diversifican los materiales que emplean y los métodos, y utilizan también el 2D y el 3D. "A veces la historia te pide una técnica u otra. No transmite lo mismo la tela que la plastilina", dice Óscar.

Uno de los objetivos de la productora es dar a conocer el stop motion y su potencial para contar relatos emocionantes. "Para nosotros es importante llevar temas de crítica social a primera plana, y revalorizar una técnica desconocida. Hay estudios y gente muy buena aquí en Valencia, y no se valora", lamentan.

En Veus Produccions se encuentran en busca de un estilo propio. "Constantemente buscamos dar con la tecla, con ese tono que tú veas y digas: esto es de Veus". Su identidad cada vez está más definida: se consideran "un estudio de temas sociales fantásicos". Porque sus historias, aunque muestren seres insólitos y propios de mundos ajenos, están ancladas a la realidad: el feminismo, la guerra o la deshumanización provocada por las máquinas son algunos de los asuntos centrales de sus producciones. "Utilizamos el arte de forma reivindicativa, para plantear quejas constructivas al sistema", explica Alberto.

Por fortuna, Alberto y Óscar pueden (sobre)vivir ahora de su trabajo en la productora y en la Escola Jove de Cinema, donde imparten clases tras haber sido alumnos. Pero no siempre ha sido así. Alberto, por ejemplo, trabajaba hasta el año pasado en una fábrica y el escaso tiempo que le quedaba lo dedicaba a la animación, pero cuenta que resultaba muy frustrante compaginar ambas cosas. "Había compañeros que te animaban y otros que te decían que era imposible, que de eso sólo viven dos. Se pasa muy mal cuando no recibes ningún tipo de apoyo y crees que tienes el deber de sacar lo que llevas dentro", confiesa. 

Precisamente el apoyo externo sería una gran oportunidad para que la productora pudiera continuar creciendo y desarrollando proyectos cada vez más complejos. Por el momento subsisten gracias a los encargos puntuales de instituciones, escritores... pero apenas consiguen ayudas por parte de la administración pública o de empresas privadas, y no es por falta de intentos. "Se trata de que te digan muchas veces que no hasta que alguna vez te digan que sí", señalan. En paralelo, sacan tiempo y recursos de donde pueden para sus proyectos personales.

futuro

Alberto y Óscar afirman que algún día se atreverán a emprender proyectos más ambiciosos y extensos desde la productora, como una película, porque quieren probarlo todo. En cualquier caso, consideran que el formato de cortometraje está infravalorado a pesar de que es "muy versátil y el mensaje está más concentrado", lo que permite que el espectador no tenga tantas oportunidades para distraerse. 

Ellos tienen muy claro cómo desean que sea su futuro. "Nuestro objetivo a corto plazo, sobrevivir. Y a largo plazo, poder vivir de esto con dignidad. Que la gente venga, nos busque y les flipe nuestro trabajo", declaran. Ganas no les faltan: "No somos un equipo grande, pero hacemos mucho ruido. No tenemos medios ni dinero para ser los mejores, pero le ponemos mucha alma y pasión".