El catedrático de derecho Vicente Garrido ha señalado que la libertad de expresión se trata de percepciones y concepciones subjetivas de las personas y hoy en dÃa cobra una singular importancia por las redes sociales y el auge de medios de comunicación.
El catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat de València, Vicente Garrido Mayol, ha participado en las conferencias del Ateneo Mercantil con una ponencia con el tÃtulo "La libertad de expresión en nuestros dÃas", que ha sido presentada por la presidenta del Ateneo, Carmen de Rosa.
Como ha apuntado durante su intervención, "la parte buena de la libertad de expresión es que nos permite exteriorizar nuestros pensamientos, nuestras ideas, nuestras opiniones. Pero como todo derecho fundamental, está sometido a lÃmites. Estos son el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen de las personas. También a la moral (concepto cuyo contenido va cambiando con el tiempo) y al orden público" añadiendo "porque una cosa es la opinión y otra es el insulto, la degradación, el menosprecio... normalmente en busca de la provocación".
Vicente Garrido ha indicado que la libertad de expresión no es un Derecho Fundamental genuino de nuestro ordenamiento, o de algunos paÃses de nuestro entorno, sino que "está reconocido en antiguas cartas de derechos como uno de los más Ãntimamente ligados a la dignidad de la persona".
En este sentido, el catedrático de Derecho Constitucional ha explicado que "es un derecho muy vinculado a otros como el derecho a la información, la libertad ideológica y de pensamiento, el derecho a la participación polÃtica, el de petición, la libertad de cátedra o el derecho a crear empresas de comunicación o centros de educación privados. Porque es una libertad anudada al principio del pluralismo polÃtico proclamado en el art. 1.1 de la Constitución".
Para Garrido, "somos una sociedad democrática y ello quiere decir que somos una sociedad plural. No puede haber represión ante la expresión libre de nuestras ideas porque, además, es legÃtimo que hagamos proselitismo de ellas. La libertad de expresión ampara cualquier difusión de pensamientos, ideas u opiniones expresadas a través de distintos medios: conferencias, tertulias, discursos, de palabra, por escrito...".
En su conferencia, el también presidente de la Fundación Broseta ha puesto diversos ejemplos de conductas que han merecido el reproche de jueces y tribunales, especialmente del Tribunal Constitucional o del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y otros a los que se ha dispensado el amparo. Además ha citado casos bien conocidos como los ultrajes a la bandera de España, injurias a la Corona, ofensas a los sentimientos religiosos o degradación de la justicia... "o de insultos a personas, que superan la crÃtica sana".
Asimismo ha expresado su preocupación por la información relativa que al parecer funcionarios monitorizan redes sociales a fin de comprobar discursos que puedan ser peligrosos o delictivos además de detectar campañas de desinformación. "De ser cierto estarÃamos reproduciendo técnicas superadas propias de la KGB o la Stassi", ha puntualizado.
Vicente Garrido ha concluido indicando que la libertad de expresión comporta, como todos los derechos, responsabilidad. "En el punto medio está la virtud que la libertad se puede ejercer sin necesidad de ofender a nadie" ha finalizado.