El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero considera positivo que se abra el debate de la financiación autonómica y propone "mecanismos de compensación periódicos" para corregir los posible desequilibrios entre autonomías.
En una entrevista concedida a El Temps, Zapatero considera que el Gobierno de la Comunitat Valenciana "es un gran ejemplo de pluralismo y de visión progresista y está siendo ejemplar en la gestión de la pandemia", motivo por el cual "augura una gran recuperación económica" a esta región.
Preguntado por la propuesta del president Ximo Puig de que el Estado renuncie a una parte de los fondos que gestiona en beneficio de las autonomías, Zapatero propone algo que "ya se hizo en Cataluña a través de la famosa disposición adicional tercera".
"El sistema no es un reloj suizo, hay que revisarlo de vez en cuando y analizar la evolución. Si en el caso valenciano -o el extremeño- este modelo ha comportado una pérdida de recursos objetiva, habrá que consensuar una compensación entre todos. Ojalá que este debate se abra", afirma.
Sobre la infrafinanciación que sufre la Comunitat, el expresidente asegura ser "muy consciente" y recuerda que: "cuando encaramos la reforma de 2009, lo hice con la certeza que algunas comunidades partían de una situación de infrafinanciación".
"Yo pretendía resolver este desequilibrio, pero cuando vendían los técnicos y ponían a mesa los números de cada comunidad, no nos salían las cuentas. No puedes decir que no financias la escuela de Olmedo (Valladolid)... No es una cuestión de intencionalidad política, sino de complejidad fáctica y técnica en la hora de prestar los servicios".
Sobre la deuda de la Comunitat y la posibilidad de que sea condonada la parte generada por la infrafinanciación, el expresidente se limita a apuntar que "a buen seguro que se encontrará la fórmula de aliviar la situación de la Comunitat Valenciana. Estoy seguro".
Sobre la competencia autonómica en materia fiscal, Zapatero admite que "es otro gran debate", reflexiona sobre el hecho de que "cada territorio puede impulsar una política fiscal diferenciada" pero que esto tiene consecuencias sobre la "competencia fiscal desleal".
"El debate apenas ha empezado y será intenso, como ya estamos viendo en los Estados Unidos, donde se acaba de aprobar un imposición fiscal y de sociedades homogénea. Personalmente, tengo una aproximación no ideológica a la política fiscal, sino más bien instrumental".
"Más allá de mi convicción de la necesidad de una fiscalidad progresiva, he tenido momentos en que he considerado que la bajada de impuestos resultaba positiva para la gente y momentos en que he creído conveniente incrementarlos. Por lo tanto, entre la autonomía fiscal y la competencia fiscal, tengo dudas", señala el expresidente.