Mónia Oltra en Les Corts. EFE Los partidos de izquierda
históricamente han dirimido sus pleitos internos en agotadoras
asambleas. Por eso ha llamado tanto la atención que el lunes 23 de
septiembre, pocas horas antes de que quedara concluida la legislatura
y pocas horas después de que Más Madrid anunciara que se presenta
como ‘Más País’, Compromís decidiera unir su suerte a la de
Íñigo Errejón. El summum fue que en una misma tarde las dos patas
principales de la coalición -Bloc e Iniciativa- y su ‘entesa’
aprobaran en tres votaciones distintas aliarse con el ex-amigo de
Pablo Iglesias. Por amplio margen en los tres casos.
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Otro detalle llamativo es que los más
convencidos fueran desde el principio los nacionalistas del Bloc.
Pero también la parte de Iniciativa representada por el patriarca
Pasqual Mollà, que no es la de Oltra.
No perdamos de vista la secuencia:
viernes, Oltra aboga en El País por “buscar una lista con Unidas
Podemos”; domingo, Más Madrid hace su anuncio; lunes por la
mañana, Iglesias dice en TVE que “hay contactos y no estamos muy
lejos” del acuerdo con Compromís; y lunes por la tarde, la
coalición valenciana opta por cortarse la coleta y dejar a Podemos,
con quien ya concurrió en 2016 en ‘A la valenciana’. El éxito
de aquellos cuatro diputados -que no quisieron integrarse en el grupo
parlamentario morado- no se reeditó en 2019 con la formación
naranja ya en solitario. En la Cámara Baja sólo sobrevivió Joan
Baldoví. Y en Compromís tienen claro que hay que evitar como sea
que el diputado mejor valorado del Congreso salga de él.
En tal sentido, parece evidente que los
pasos de Más Madrid y Compromís han estado coordinados, que
llevaban días “hablando”, y que incluso se precipitó el anuncio
de la concurrencia del partido de Errejón para dar pie a que la
decisión que el lunes iba a tomar Compromís fuera en el sentido que
ha sido. Pronunciarse por una opción inexistente hubiera sido muy
difícil.
Las razones
Lo que no resulta tan claro es que
Mónica Oltra no viera venir con la suficiente antelación lo que iba
a pasar en el seno de la coalición que codirige. Quizá no lo
atisbara durante esos días previos, pero sí el lunes de marras, en
el que no acudió a la asamblea de Iniciativa que le iba a
‘desautorizar’. ¿Medió alguna deslealtad?
Una de las claves de la decisión de
Compromís ha sido la del relato. La coalición valenciana ha logrado
alejarse de PSOE y Podemos a la vez, temerosa del rechazo que puedan
suscitar por no haber llegado a un acuerdo de gobierno. Oltra
prefería sin embargo pactar con Iglesias por una plataforma amplia
de nueva coalición. Entre otras cosas, porque ya hay pacto con los
morados en el gobierno del Botànic y en otras instituciones. Y
ciertamente en Podem hay casi más errejonistas que pablistas. Pero
al entender de muchos, precisamente los pobres resultados de
Compromís el 28-A debilitaban su posición en esa negociación.
Otra de las razones ha sido la de la
visibilidad. Aunque Iglesias hiciera a Oltra una ‘oferta generosa’
que se supone que no iba a poder rechazar, Baldoví estaba enrocado
en no dejarse ‘integrar’ en Podemos, que a su vez no iba a ser
fácil que asumiera la ‘agenda valenciana’. La intención última
de la coalición naranja sigue siendo la de conseguir un grupo
parlamentario propio en el Congreso mediante una lista previa ‘no
conjunta’. Con Podemos entendían que eso no iba a ser posible. Ni
siquiera conservar para el ex-alcalde de Sueca la posición de número
uno.
Y un tercer aspecto que ha sido tenido
en cuenta es el de la implantación territorial. Más Madrid (Más
País) no la tiene en la Comunitat Valenciana. Y eso es una buena
noticia para Compromís, que así no tendrá la competencia que sí
le supone Podem.
¿Centralismo?
El grosor de la pátina nacionalista
-en contraposición a su presunto centralismo- de esta ‘unión
temporal política’ se la da el resto de su oferta autonómica. La
popular Belén Hoyo se ha mostrado convencida de que con Errejón
Compromís va a tener difícil explicar la dualidad ‘nacionalismo’
- ‘nacional’. La síndica de Podem, Naiara Davó, ha criticado la
patrimonialización que Compromís quiere hacer de ‘lo valenciano’.
En todo caso lo que está claro es que
la nueva fórmula se va a presentar -en palabras del propio Errejón-
“exclusivamente donde vayamos a ser de ayuda al bloque
progresista”, que encabezará obviamente Pedro Sánchez. Eso a
Baldoví -el segundo diputado en mostrarse partidario de investirle,
tras el diputado cántabro- seguro que no le ha sorprendido en
absoluto.
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