Toni Quintana Esa es la pregunta que yo -y la mayoría de ciudadanos de este país- nos hacemos después de las pasadas elecciones del 10N.
Comienzo este artículo de opinión un poco desde el hartazgo y el cansancio que debe tener la gran mayoría de españoles y españolas que se levantan todos los días para ir a su trabajo, estudiar o simplemente disfrutar de su jubilación.
Y digo esto porque después de ir de nuevo a las urnas por culpa del bloqueo de las derechas, en la investidura del pasado mes de septiembre, el resultado fue similar, el PSOE volvió a ser la fuerza más votada y las derechas de PP y C´s, junto a la extrema derecha de VOX, no suman para formar una alternativa de gobierno.
Y de nuevo nos encontramos ante el bloqueo, para que el debate de investidura fructifique y comience de una vez por todas a rodar esta XIV legislatura.
¿Por qué digo que nos encontramos con el bloqueo?, pues sencillamente, a los hechos me remito.
El PP del señor Casado, la noche electoral, en boca de su secretario general, lo dijo claro, sin tan siquiera acabar el recuento de las papeletas. Con ellos que no contaran, ni tan siquiera perdieran el tiempo en llamarles. Una muestra más del sentido de Estado de dichos dirigentes que no de la formación, conozco a miembros del PP, eso sí relegados al ostracismo político, que no entienden esa posición de su partido, respecto a la necesidad de estabilidad política que necesita España.
Respecto a C´s, es menos compresible si cabe, después de pasar de 57 escaños a 10. De autodenominarse un partido de centro liberal, de decir durante la campaña, que esta vez si no ganaban las elecciones no serían un obstáculo para la investidura, vuelven a bloquear.
La deriva ideológica les ha llevado a 10 escaños, a su líder, el señor Rivera a abandonar la política, y por lo visto a seguir peleando por un espacio ideológico que no es el suyo.
Con todo eso, además de su postura de bloqueo también tienen la de la crítica por la crítica. Les parece mal que formemos un gobierno de coalición con Unidas Podemos y además que para intentar desbloquear la investidura nos sentemos a dialogar con ERC. Todo ello aderezado con el discurso de romper España, de entregársela a los enemigos de nuestro País, como si nuestro partido no hubiera demostrado en estos últimos 40 años de democracia, suficientes muestras de sentido de Estado y de generosidad política, por cierto, sin ir más lejos, en el año 2016 absteniéndonos para que el PP del señor Rajoy y después de una repetición electoral, pudiera ser investido como presidente.
Me vais a permitir que antes de acabar, os pueda felicitar las fiestas y desearos de todo corazón, que el próximo 2020, se cumplan todos vuestros sueños.
Somos una comarca con un gran futuro y juntos, pensemos lo que pensemos, podemos ser más fuertes.
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