¿Cómo cuidar la piel durante el tratamiento contra el cáncer?

El próximo sábado, 4 de febrero, se celebra un día clave en la lucha contra una de las enfermedades más comunes en la actualidad: el Día Mundial contra el Cáncer. Promovido por La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), este día se creó con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control  de una enfermedad tan común que tiene más de 14 millones de casos nuevos diagnosticados cada año.

Como indica Natalia Olmo, creadora de la firma  de cosmética natural y ecológica Maminat: “La piel es el órgano más grande del ser humano y se ve necesariamente afectada por cualquier cambio o modificación que acontezca en el cuerpo. La dermis de pacientes con cáncer sufre mucho, provocando una serie de consecuencias de las que poco se habla. El cáncer afecta a la piel de diferentes maneras, según cada persona y según cada terapia aplicada, ya que provoca diferentes reacciones”. Las más habituales son las siguientes:

La radioterapia descama, seca, enrojece y oscurece la piel, o incluso causa picazón y molestias. 

La radiación provoca un efecto similar a cuando se sufre una quemadura solar. A veces, incluso aparecen llagas húmedas, dolorosas e infecciosas (la llamada "reacción húmeda").

La quimioterapia puede enrojecer, oscurecer, secar o descamar la piel, así como causar picores y molestias. En ocasiones, incluso se generan erupciones fotosensibles (es decir, que reaccionan a la luz del sol) o cambios en la pigmentación de la dermis.

Los trasplantes de células madre pueden causar la enfermedad de injerto contra huésped (EICH), que produce problemas en la piel como ampollas, erupciones o engrosamiento.

La inmunoterapia causa erupciones de gravedad que, en ciertos casos, llegan a ser extensas y dan lugar a una piel seca y ampollas.

La terapia dirigida también produce una piel reseca, problemas en las uñas y erupciones.

Hidratación. Esta es, quizá, la clave para mantener la piel sana. El agua permite tener una dermis flexible, extensible y permeable. Beber agua es esencial, pero también utilizar cremas y cosméticos naturales destinados a aumentar la hidratación de la dermis.

Protección solar. Los rayos solares no dejan de ser una agresión para la piel. Por este motivo, protegerse convenientemente de los rayos UVA resulta fundamental para evitar que el estado de la dermis empeore.

Eliminar la pigmentación.Como algunos tratamientos contra el cáncer pueden dar lugar a 

diferentes grados de pigmentación en la piel, pueden aparecer manchas en la superficie de la dermis, especialmente en las ingles, axilas, zonas laterales del cuello, cara y otros pliegues.En este caso, el uso de un despigmentante natural será de gran ayuda.

Mejora estética. Utilizar maquillaje u otros cosméticos con una finalidad puramente estética o de belleza, es siempre recomendable. “Al fin y al cabo, esto nos permite aumentar la confianza en nosotros mismos y da pie a afrontar con un mayor ánimo la enfermedad” detalla la creadora de Maminat.

Aportar cuidado extra a zonas especiales como las uñas, cejas, pestañas y párpados. Estas zonas pueden ser consideradas como puntos críticos, pues requieren un cuidado particular a través del uso de cosméticos de origen natural destinados a ellas.

 

Como indica Natalia Olmo, creadora de Maminat “La cosmética natural es la mejor opción para la piel se encuentre en el mejor estado posible siempre y, cuando está sometida a  cambios bruscos, como cuando se padece cáncer, es absolutamente recomendable. Cada piel es distinta y expresa su momento vital. Creo firmemente en la belleza desde el concepto de salud y desde encontrar el equilibrio cuerpo-mente”. La cosmética natural es un gran aliado en pacientes de cáncer porque:

Cuenta con ingredientes naturales beneficiosos para la piel.

No tiene ningún químico ni reactivo artificial con los que la dermis pueda reaccionar negativamente y agravar los problemas preexistentes.

Los productos son extremadamente respetuosos con la piel y los equilibrios naturales del cuerpo.

Ofreceefectos saludables reconocidos científicamente mediante estudios.

Una gran parte de los cosméticos naturales, como es el caso de la firma Maminat, están específicamente diseñados para actuar sobre las pieles sensibles y dañadas por agentes externos o internos.

 

“Es importante utilizar productos específicamente pensados para actuar sobre dermis sensibles, dañadas y que necesitan una pronta recuperación. La cosmética natural  garantiza un combate rápido contra los daños dermatológicos derivados del cáncer.Más allá de esto, es importante que los productos respeten el medioambiente y no incorporen ingredientes artificiales”.Concluye Natalia, fundadora de Maminat.