Carolina Pino Pasados
ya tres días de las elecciones generales, con la resaca del domingo
electoral todavía reciente, son múltiples las apuestas que surcan
las redes sociales en cuanto a los posibles pactos que condicionarán
sin duda alguna el nuevo gobierno, y por descontado la vida de la
ciudadanía durante los próximo cuatro años.
Se podría decir que
la jornada vivida el pasado domingo fue histórica en cuanto al nivel
de participación (76%), principalmente teniendo en cuenta el alto
grado de desafección política que inunda los hogares desde hace ya
demasiado tiempo, una amplia mayoría fuimos capaces de ponernos de
acuerdo para frenar unas políticas de derecha que de nuevo
amenazaban el maltrecho y casi olvidado “Estado de Bienestar…”.
Una campaña desastrosa, especialmente por la baja talla política, y
hasta humana diría yo…, de la mayoría de los concurrentes, todos
ellos hombres dicho sea de paso, dió lugar a unos resultados que
nadie se atrevía a vaticinar, nunca antes se había palpado tanta
incertidumbre.
Finalmente, Pedro Sánchez se alzó con la victoria,
pese a que no fue el mejor de los candidatos en la ejecución de los
famosos “Debates”, pero la ciudadanía decidió recurrir al mal
llamado voto “útil” (¿para cuando el voto reflexionado, por
favor?). Se pueden hacer muchas lecturas de los resultados
obtenidos, yo, que no soy una experta política ni muchísimo menos,
me quedo con la más obvia, se ha votado al Psoe para que “nos
salve de la derecha más rancia”. El voto útil, resultado de una
ley electoral absolutamente injusta y castradora, ha vuelto a
resurgir. Sin embargo, esto que parece tan obvio, no se encuentra así
reflejado cuando se escuchan las declaraciones de los dirigentes de
este partido, donde más bien, el voto útil tiende a ser
interpretado como un reconocimiento rotundo a lo que imagino piensan
ellos sus “buenas prácticas” a lo largo de los años.
Expresiones como la de la Vicepresidenta (en funciones) Carmen Calvo:
“ trataremos de gobernar con nuestras propias fuerzas!”, la
verdad, a una le ponen los pelos de punta, ¿es que no hemos
aprendido nada?. Ciertamente, es posible que les domine un exceso de
ego, o bien que sea de nuevo otra estrategia política para
salvaguardarse de las posibles influencias que un pacto u otro
pudieran afectar las próximas elecciones Europeas, autonómicas y
locales de mayo, no lo sé, lo que sí sé es que por una vez la
estrategia fuese que no hubiese estrategia, sino honestidad, sentido
común y tacto humano.
El pasado domingo los propios votantes del
Psoe le exigieron a Sánchez a voz en grito: “Con Rivera NO”, sus
mismos afiliados y simpatizantes se apresuraron a marcar líneas
rojas ante la desconfianza de un posible giro a la derecha, el pueblo
habló claro, veremos si el mensaje es atendido. Yo, humilde votante
y trabajadora, sólo puedo exigir a través de estas líneas lo mismo
que aquellas personas que se agolparon a los pies de Ferraz, Con
Rivera NO!!!, y dejar claro que esta frase no sólo indica con quien
no se debería de pactar, sino que lleva implícito el mensaje de que
SE HA DE PACTAR. Atrás quedaron los gobiernos alternantes
monocolores de mayorías absolutas, la ciudadanía ha votado en clave
plural, es imprescindible dialogar y llegar a acuerdos, y sobre todo
con un único objetivo, recuperar los derechos y dignidad arrebatados
a la ciudadanía, no es posible que la ciudadanía vote para que los
intereses capitalistas acaben marcando la hoja de ruta. Señor
Sánchez, se lo han dicho bien claro, CON RIVERA NO!!!, tome buena
nota, y dese cuenta de que no está solo, que Unidas Podemos.
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