Una científica trabaja en un laboratorio de inmunología en busca de una vacuna contra el coronavirus. EFE/archivo El microbiólogo Sergi Maicas considera que la mayoría de personas que se
han contagiado de coronavirus podrían inmunizarse frente a futuros
contagios y en aquellos casos en los que se infecten por segunda vez los
síntomas serían "mucho más leves".
Maicas, profesor titular del
departamento de Microbiología de la Universitat de Valencia (UV) y
director del Máster en biología molecular, celular y genética, asegura
en una entrevista que lo que está haciendo el
SARS-CoV-2 "no dista mucho de lo que hacen otros virus".
"Hay
muchos coronavirus circulando, entre ellos los que nos causan muchos de
los resfriados de forma habitual", indica el experto, quien añade que
cada vez que surge uno nuevo "la primera vez que nos contagiamos pilla
completamente desprevenido a nuestro sistema inmunitario".
Aunque
hay un porcentaje de población que no lo supera "la inmensa mayoría lo
pasa como un resfriado más o menos grave, y con una inmunización que
hará que en la próxima oleada nuestro sistema inmunitario se haga cargo
de estos virus y los síntomas sean más leves".
"Es previsible que
cuando llegue el verano el coronavirus baje de intensidad y 'se vaya de
vacaciones' pero volverá, dudo mucho que esto se acabe en dos meses.
Volverá una segunda oleada pero a gran parte de la población la pillará
inmunizada, aunque podría volver a haber bajas entre gente mayor que no
lo haya pasado".
Sergi Maicas considera que el nuevo coronavirus
SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, "a priori debería inmunizarnos" y
en caso de una segunda oleada "no nos debería afectar estadísticamente
tanto".
Indica que este coronavirus mutará porque "todos los
virus mutan, es un hecho que no podemos cambiar porque a diferencia de
la inmensa mayoría de organismos que hay en el planeta tienen un control
menos efectivo de las copias que hacen de si mismos".
Aclara que
esas mutaciones suelen llevar al virus a adaptarse y a ser menos grave y
lesivo para su huésped, aunque se incrementa la posibilidad de
transmisión. "Con un resfriado sencillo sigues saliendo a la calle y
yendo a trabajar, eso favorece que ese virus que se ha mutado a algo más
suave se transmita más".
"Una vez el virus da un salto desde el
animal y entra en la especie humana debe adaptarse para persistir y
quedarse en ella de por vida y solo puede hacerlo si pasa de manera
asintomática, si no molesta mucho", explica el microbiólogo.
Añade
que la inmunización a un virus se produce porque parte del mismo es
reconocida por nuestro sistema inmunitario y se generan anticuerpos,
algunos de los cuales actúan rápidamente y logran "noquearlo y
eliminarlo", por lo que si vuelves a tener la misma enfermedad "es más
leve o casi asintomática".
Además de esta inmunización natural se
puede llegar a inmunizar a una persona a través de una vacuna, aunque
Maicas advierte de que para desarrollar una con todas las garantías
puede tardarse, en condiciones normales, entre cinco y diez años.
En
este caso, y dada la urgencia de la pandemia, podría estar en año y
medio o dos años, afirma para añadir que una vacuna que no está bien
probaba podría tener otros efectos colaterales.
Esas vacunas,
señala, serán para inmunizar a los niños y no a los adultos, ya que solo
tendría sentido vacunar a un adulto si se supiera a ciencia cierta que
no ha pasado la enfermedad, y en caso de haberlo hecho "ya se ha
vacunado de forma natural".
Tras advertir de que hay "más virus
que personas", considera que tras esta pandemia "van a venir muchas más,
ya lo hacen de manera habitual y algunas han sido muy graves, como la
gripe española que causó entre 10 y 30 millones de muertos".
También
alerta sobre otro tipo de pandemias causadas por bacterias, también
causantes de miles de muertes, e indica que en el año 2040 o 2050,
cuando "no tengamos antibióticos para combatir los ataques de
superbacterias, pensamos que se puede producir alguna".
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