Lola Celda en la Escoleta. P. V.
L"Escoleta de Marines. P. V.
Iglesia de Marines. P. V.
JardÃn de Marines. P. V.
Cada casa se cuida su jardÃn. P. V.
Jardines frente a las viviendas de Marines. P. V. Marines es ‘‘un pequeño pueblo del Camp de Túria, un pueblo trasladado por una catástrofe que todos los valencianos recordamos, la riada de 1957. No, no sufrimos una inundación, sino que la montaña crujió y las piedras cayeron por el vallejo, cobrándose la vida de seis personas’’. Con este relato, la alcaldesa, Lola Celda, comienza un recorrido por esta localidad, a petición de El Periódico de AquÃ, tras un paseo informal por las calles de la localidad. Marines, un municipio con una extraordinaria calidad de vida, casas de máximo dos plantas -a excepción de ‘La Finca’-, con una caracterÃstica peculiar: el jardÃn frontal de cada vivienda, del que se encargan los propios vecinos. Este es el inicio de un recorrido por los pueblos y ciudades del Camp de Túria, una iniciativa que comenzó como algo informal a raÃz de la invitación de la alcaldesa por conocer mejor Marines y que se va a trasladar al resto de localidades de la mano de los alcaldes y alcaldesas que asà lo deseen. Comenzamos ‘Paseando por Marines con Lola Celda’.
Parque monumental
El enorme parque municipal de 15.000 metros cuadrados, con animales incluidos; l’Escoleta; el Centro Social Francisco J. Jerez MartÃnez, la antigua casa de maestros -hoy centro de mayores-, la antigua cámara agraria,... El paseo por Marines permite descubrir un municipio con calidad de vida, rodeado de naturaleza, con la montaña al fondo, muchas plantas y árboles.
‘‘Las autoridades declararon el pueblo no apto para vivir, y desde ese preciso instante se buscó el mejor emplazamiento para Marines. No fue fácil, estoy segura y después de muchas gestiones, y no pocos intereses como era normal en la época, Marines se trasladó al denominado llano de chapÃn, donde se ubicaba la masÃa La Maymona, y la MasÃa del Capellà , término municipal de LlÃria’’, prosigue Lola Celda mientras tomamos un café con leche en un horno de la localidad.
El nacimiento del pueblo
‘‘En 1960 se procede a la construcción de todo un pueblo, a través del Instituto Nacional de Colonización y dentro del Plan Badajoz. Las casas de labranza y obreros son grandes y espaciosas y al pueblo se le dota de edificios públicos que mejoren las relaciones sociales, teatro de verano e invierno, hogar rural femenino, hogar rural masculino, casa para el secretario y maestros, iglesia y casa parroquial, casa del médico’’, continúa.
‘‘Los jardines públicos frente a cada vivienda, cuidados por cada vecino, la todavÃa buena costumbre de cuidar y asear las fachadas de cada vecino como una prolongación de su misma casa, hacen de Marines un lugar especial para vivir. Marines es un pueblo integrador y conciliador, consciente de lo que significaba el abandonar la tierra en que nació; por ello en 1974 acogió a parte de los vecinos del antiguo Domeño que solicitaron incorporarse a Marines después de la construcción del pantano de Loriguilla y su inmediato traslado. Desde entonces los marinenses y domeñeros viven juntos en este gran pueblo’’, continúa su relato la alcaldesa de Marines, mientras paseamos por la localidad bajo una capa de lluvia fina.
‘‘Un solo pueblo que ha ido avanzando y mejorando sin perder sus costumbres de pueblo, los antiguos edificios públicos se han transformado para acoger el actual Centro Social Francisco J. Jerez MartÃnez, donde se realizan actividades culturales y sociales: asociaciones, talleres EPA, radio local, centro juvenil, juzgado de paz.. En las antiguas casas de maestros, hoy el centro de los mayores dispone también de 8 pisos tutelados para garantizar la vivienda de nuestros mayores. La antigua cámara agraria acoge al centro de la mujer, sala multiusos y almacenes municipales. El hogar rural femenino es el actual centro médico, y en los jardines anexos se construyó la agencia de lectura municipal. El antiguo hogar rural masculino se rehabilitó con obras de mejora para poner en marcha la escuela infantil en el curso 2020, asà como la creación de un parque municipal de más de 15.000 metros cuadrados’’. Llegados a estos dos puntos, se observa un entorno privilegiado y la alcaldesa muestra en su cara una gran satisfacción, especialmente por la escuela infantil. ‘‘Es nuestro presente y nuestro futuro’’, señala, antes de explicar que se está acometiendo una adecuación de sus intalaciones.
‘‘Durante más de 50 años se ha realizado un gran trabajo por mantener nuestro pueblo con la misma calidad de vida con la que tuvieron nuestros padres y abuelos cuando llegaron a este nuevo emplazamiento. Nos hemos mantenido firmes ante un modelo urbanÃstico voraz y depredador de los últimos años. Mantener el ordenamiento urbanÃstico ha sido gracias a unas Normas Subsidiarias conservacionistas y protectoras que ha marcado nuestro crecimiento sostenible, asà como una fuerte decisión polÃtica’’, prosigue.
Proyecto original
‘‘Somos unos de los pocos pueblos construidos por el Instituto Nacional de Colonización, después IRYDA, que se conservan fiel al proyecto original. Aunque la superficie de las antiguas viviendas de casi 300 metros cuadrados es imposible de mantener en la actualidad, sà que intentamos que la estructura principal de la tipologÃa de viviendas se mantenga’’, señala. Respecto al urbanismo del futuro, ‘‘actualmente estamos redactando el Plan General de Ordenación Urbana, donde se intenta proteger el casco antiguo y se prevé ampliar el suelo urbano de una forma sostenible y de acorde a las construcciones actuales: dos plantas, fachadas blancas, tejado en teja roja, jardines etcétera’’.
La alcaldesa en el parque del municipio. P. V.
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