A
medida que internet ha ido adentrándose en nuestras vidas nos hemos
hecho cada vez más conscientes de las precauciones que hemos de
tomar al usarla. Poco a poco nos hemos acostumbrado a no compartir
datos personales en la red, a usar contraseñas con letras, números
y hasta símbolos que hagan más seguro nuestro acceso, e incluso a
gestionar las cookies para asegurarnos que nuestra navegación no
deje demasiado rastro y aspirar a una navegación lo más privada
posible.
En
cuanto a privacidad existen tres letras que se han convertido en
sinónimo de seguridad, e incluso libertad, para millones de personas
en todo el mundo: VPN, las siglas de Virtual Private Network (red
virtual privada en castellano). Un servicio que permite trasladar
nuestra navegación a una red privada que oculta nuestro lugar de
origen y las páginas que consultamos a nuestro proveedor de
internet, un servicio que garantiza la privacidad que el modo
incógnito de tu navegador promete sin poder dar y a una velocidad
muy superior a la que utiliza la navegación TOR (otro método
conocido de privacidad pero más orientado a la siempre sospechosa
deep web).
La
navegación por VPN lleva más de una década usándose en internet.
Algunos lo utilizan solo para aumentar la seguridad de sus
comunicaciones personales y profesionales, otros aprovechan la
capacidad de simular que se conectan desde otros país para
conectarse a servicios como Netflix o HBOMax y acceder a contenidos
que solo pueden verse en Estados Unidos (como la nueva película de
Matrix), otros, como periodistas o activistas, lo han usado para
poder comunicarse con Occidente desde países donde el gobierno ha
cerrado el acceso a internet para poder controlar lo que ven y dicen
sus ciudadanos (lo de la libertad, no lo decíamos en broma).
¿Que
VPN contratar?
Por
su sencillez y facilidad de entender nosotros apostamos por
surfkshack (disponible pulsando “Descargar
Surfshack”) la VPN que más hemos usado. Este
servicio además de darnos un excelente resultado garantiza su
reembolso si decidimos darnos de baja del servicio.
Existen
otras alternativas, algunas gratuitas, pero tras haber salido a la
luz algún escándalo de empresas que prometían privacidad de forma
gratuita cuando en realidad financiaban su negocio vendiendo los
datos de sus clientes, recomendamos firmemente el uso de una VPN de
pago.
Las
VPN de pago garantizar seriedad, una velocidad constante y sin
cortes, y asistencia si tenemos un problema. Algo más que siempre
tranquiliza cuando uno quiere asegurarse de que sus comunicaciones
van a tener el grado de confidencialidad que merecen.
En
este sentido Sufrshack nos ha convencido por su asistencia técnica
24 horas y la capacidad de registrar todos los dispositivos que
queramos con nuestra cuenta. Toda una ventaja para un servicio que
podemos usar tanto en ordenadores (Windows, Mac o Linux), como en
móviles (Android e iOS).
Además
Surfshack ofrece seguridad cuando te conectas en una wifi publica,
algo que le convierte en una excelente herramienta para poder usar
cuando se viaja.
Comparte la noticia