Enrique Errando. EPDA Una Comisión del Parlamento Europeo ha decidido investigar las presuntas violaciones de las directrices medioambientales europeas en la urbanización del entorno de la Torreta del Pirata de Godella.
La oposición de muchas organizaciones vecinales a la destrucción de uno de los últimos espacios naturales que nos quedan motivó, en 2023, la creación de la candidatura Cuidem Godella, que hoy cuenta con tres concejales.
Lo que está en juego aquí es la lucha entre dos modelos de pueblo:
Por un lado, el modelo desarrollista, que viene de los años 60 y toma un redoblado impulso con la Ley del Suelo de Aznar. A sus graves y numerosos inconvenientes se añadió el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 que derivó en una enorme crisis económica.
Por otro lado, el modelo verde, que afronta los tres grandes retos que tenemos: la lucha contra el calentamiento global, la transición a las energías renovables y la lucha contra la desigualdad social. En el modelo verde, los espacios naturales cumplen un papel fundamental en la batalla contra el cambio climático.
En nuestro caso, las lomas que se alzan en la llanura de Valencia son esenciales para la creación de un deseable cinturón verde que rodearía el área metropolitana desde la Albufera hasta la Calderona.
Ciudades como Vitoria, Estocolmo o Berlín, cuentan ya con cinturones verdes que aportan biomasa vegetal y biodiversidad. El papel de estas zonas en la reducción del CO2 atmosférico, descontaminación del aire, rebaja de las altas temperaturas y en proporcionar hábitats para animales y vegetales, es decisivo.
Las ventajas no se agotan ahí. Los cinturones verdes suponen espacios públicos ideales para el ocio. Por tanto, volver a caer a estas alturas en el error de relanzar el viejo modelo desarrollista, que beneficia sobre todo a constructores y especuladores, carece de justificación alguna. Y además es de una manifiesta irresponsabilidad dada la situación medioambiental en la que nos encontramos.
La opción verde es, a todas luces, la única viable. Y debemos presionar a las administraciones competentes para que tomen las medidas oportunas para evitar caer en los errores del pasado y hacer que nuestros pueblos sean más habitables.
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