Gil Lázaro, a la derecha, en un programa de El Faro de La 8 Mediterráneo, que se emite de lunes a jueves a las 22 horas. El que fuera fundador de Alianza Popular y durante casi 38 años ha vivido gracias a dicha formación y su versión moderna del Partido Popular, Ignacio Gil Lázaro, se resiste a dejar de disfrutar de coche oficial, pisar moqueta y darse esos viajes por el mundo que tanto sacrificio le han supuesto, según comentó en un programa memorable de El Faro, en La 8 Mediterráneo, donde cargó contra un servidor y mi compañera y gran contertulia, Pilar Tamayo. En su último mandato de diputado del PP por Valencia -ciudad a la que venía de visita y a pedir el voto cada 4 años- se embolsó
24.000 euros en dietas por realizar 626.000 kilómetros en desplazamientos , lo que equivale a 15 vueltas al mundo, mucho más que lo viajaba Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Su nivel de sacrificio ha sido tal durante 38 años -nunca trabajó de otra cosa- que aseguró que ''por mi renuncia a ejercer mi profesión y a crear mi patrimonio y, de la misma forma que me he dedicado a servir a los ciudadanos, a la Comunidad Valenciana y a España desde Madrid, en soledad personal y lejos de los míos, con mi capacidad de trabajo y esfuerzo, si los hubiera dedicado a mi y no al bien común, probablemente, hoy tendría un patrimonio que no tengo y habría visto crecer a mis hijos''.
Gil Lázaro se considera un intelectual de fuste y sigue yendo a los platós para recordar a los telespectadores que no se duermen con sus peroratas, que todavía tiene mucho que ofrecer a la sociedad. Ya no será con el Partido Popular, del que se dio recientemente de baja cuando ya no contaban con él para ir en puesto de salida al Congreso de los Diputados y seguir sacrificándose por España. Pero la suerte que tiene es que hay más partidos de derechas, como Ciudadanos y Vox.
Ciudadanos en Valencia anda más que revuelto y todo está en el aire, incluso los candidatos a la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia. Aquí es donde más opciones tendría a priori, porque siempre que tiene ocasión le hace la pelota a su portavoz y más que probable candidato, Fernando Giner, si bien es cierto que fuentes de la formación naranja han asegurado que no es el perfil que buscan de futuro para la candidatura del 'cap i casal'. No obstante, la guerra entre familias y facciones en Ciudadanos hace que todo sea posible, incluso que Ignacio Gil Lázaro sea nombrado asesor y aporte su caudal de experiencia.
La otra posibilidad que le queda, amén de ser emprendedor y buscarse la vida, es recalar en Vox, el partido más escorado a la derecha en el que encaja perfectamente. Los vientos soplan a favor de la formación de Abascal y Llanos e Ignacio Gil Lázaro tiene buenos amigos e influyentes que podrían pedir el favor de darle acomodo en la candidatura a la alcaldía de Valencia, donde Vox tiene a tiro entrar.
Sea en Ciudadanos o en Vox, lo cierto es que Gil Lázaro tendría una oportunidad para trabajar por primera vez por y en Valencia.
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