Vicente Javier Mas Torrecillas. /EPDAFactura arriba o factura abajo, esa es la cantidad que en 2024 ha gastado el gobierno de Begoña Carrasco en publicidad en medios de comunicación. Casi dos millones de euros a los que habría que añadir el sueldo de esa cohorte de saltimbanquis que van junto a ella solo para hacerle fotos con destino a redes sociales y medios de comunicación. ¡Hasta seis personas se han llegado a contar en un solo acto!
¡Demencial! Este dato, por sí solo, sería suficiente para que un político con algo de dignidad dimitiera. Pero eso solo pasa en algún país de Europa y en EEUU. Aquí, la Carrasco está más preocupada por mantener su astronómico sueldo de 74 mil euros anuales y de colocar a su marido de pregonero en las fiestas. Así le va a Castellón.
¿Qué supone ese dinero para el municipio? Para que se hagan una idea, con ese presupuesto anual se podrían construir varios parques infantiles, diversos espacios recreativos y parques, una cancha deportiva, un centro comunitario e incluso, si acumulásemos tres ejercicios, un completo colegio dotado con todas las instalaciones, como el Maestro Canós, con un presupuesto inicial de menos de cuatro millones.
Pero no, la Carrasco, a la que ya podemos empezar a llamar corrupta (enchufes familiares, mantiene a un infractor confeso como Ramirez, sospechosas reuniones de concejales en contratos de obra, …) prefiere hacerse fotos y pagar a los medios para tapar su nefasta gestión, que no ha aportado nada a la ciudad de Castellón. ¿Acaso no es cierto que las únicas obras que hay en marcha provienen de la gestión de la anterior alcaldesa, Amparo Marco? Hágaselo mirar, Carrasco, porque puede acabar como su aclamado y reverenciado Mazón.
Una corporación que está pendiente de los medios, que tiene a una persona enganchada al teléfono, además de llevar el bolso de la alcaldesa, para controlar lo que se publica o para presionar a los medios de información, una corporación que se inventa mascotas para hacerse una foto, una corporación que gasta 1,7 millones en publicidad mientras le niega 30 mil euros a un club femenino de baloncesto, o les da mil euros al rugby de Castellón, NO MERECE estar al frente de nuestra ciudad. Por eso Castellón se Muere, como dicen los vecinos.
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