Muchas librerías hacen promociones especiales para el Día del Libro. /EPDA Se acerca de nuevo el día del libro, la festividad que todos los 23 de abril, día de la muerte de Cervantes y festividad de Sant Jordi/San Jorge, reivindica la importancia de ensayos y novelas en una sociedad bien formada y con pensamiento crítico. Para celebrarlo te recomendamos estos libros que son los que mejor retratan la realidad valenciana en esta fiesta internacional.
Crematorio, de Rafael Chirbes. Una de las grandes novelas que ha dado la Comunitat Valenciana y que tuvo tanta repercusión que fue incluso adaptada a una serie de televisión de prestigio con Pepe Sancho como protagonista. Tal vez Crematorio suceda en una localidad ficitcia, Misent, pero es fácil reconocer en cada una de sus páginas, paisajes, hechos y costumbres de toda la provincia de Alicante. Una de las mejores radiografías sobre el poder, y los vicios de la sociedad durante la entrada al siglo XXI.
Adiós Pequeño, de Máximo Huerta. El libro más personal del afamado Màxim Huerta nos lleva desde su recuerdos en La Plana de Utiel Requena hasta sus años de amor a Bunyol. Un ejercicio de sinceridad en el que el autor apenas esconde nada de sus dolores y frustraciones.
Només Socis, de Ferran Torrent. Hablar de Ferran Torrent es hablar de uno de los mejores cronistas de la otra Valencia, la que late de verdad en los pasillos de poder y poco tiene que ver con los folletos turísticos. En Només Socis, Torrent sitúa la acción en el Camp de Morvedre, más concretamente en la aparentemente tranquila localidad de Gilet.
Noruega, de Rafa Lahuerta. Publicada originalmente en valenciano y traducida después al castellano por ser uno de los fenómenos literarios de los últimos años. Noruega es una crónica sentimental y fiel de la ciudad de Valencia.
Entre Naranjos, de Vicente Blasco Ibáñez. Clásico de clásicos. El escritor más grande que ha dado Valencia, y al único al que Hollywood le compraba los derechos de sus novelas tal y como salían retrata aquí la dura vida en La Ribera durante los primeros albores del siglo XX.
El guardián de los secretos, de Óscar Hernández. La vida, el amor, la guerra y el mar. Estos son los elementos que conforman esta novela ambientada en la Peñíscola de la Guerra Civil española.
Asesinato en la plaza de la farola, de Julio César Cano. No hace falta irse a la Europa del Norte para buscar un buen thriller policial. Castelló de la Plana tiene una de las mejores series de novelas negras que ha dado la bibliografía española. Esta es la primera entrega de la serie de misterios que el inspector Bartolomé Monfort resolverá en la capital de La Plana.
Otra luna enterrada, de Guillermo Estiballes. El Buñol del siglo XIX es la localidad donde se ambienta esta novela sobre tres personajes que comparten techo y el rechazo de la sociedad que les rodea.
El hijo de la viuda, de Isidro Balmes. Un drama ambientado en 1896 en la localidad ficticia de Palanzos y que a poco que se conozca Segorbe se reconoce claramente la ambientación de la ciudad del Alto Palancia.
La televisió (im)possible de Juli Esteve et al. Todos conocemos el fascinante final de Canal 9 que se intentó realizar de noche de forma discreta y acabó en una esperpéntica retransmisión que duró hasta bien entrado el día, pero es que sus inicios fueron tan bien dignos de una serie. La televisió (im)possible cuenta, desde distintos puntos de vista, el arranque de la primera televisión en lengua valenciana de nuestra Comunitat.
À Punt: Crónica de Un fracaso Anunciado, de Pere Valenciano. Y sin salir del centro de producción que albergó a Canal Nou en Burjassot, llega la primera de las grandes crónicas del nacimiento de À Punt. Este ensayo está narrado por el mismo hombre que demostró ante los tribunales todos los puntos oscuros en el proceso de nacimiento de una televisión que se suponía venía a limpiar la imagen de corrupción y clientelismo político que arrastró la vieja Canal 9.
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