Una amplia mayoría parlamentaria ha aprobado en el Congreso la ley de solo sí es sí y ahora esta ley se dirige al Senado para seguir su camino. Han sido 201 votos de diputadas y diputados que por fin, tras años de lucha, han recogido el grito solidario y desgarrado de millones de mujeres: no es abuso es violación; solo sí es sí.
El camino no ha sido fácil, es más, en las últimas semanas ha habido un repunte estremecedor de violaciones en grupo perpetradas por hombres jóvenes. Decía que el camino no ha sido fácil, han sido años de lucha en las calles (y los que quedan), años de sentencias escritas por señoros jueces venidos desde el medievo, años de cuestionamientos sobre nuestras formas de vida o sobre lo largas que pueden ser nuestras faldas. Han sido años de lucha contra justificaciones estúpidas: es que lo iba buscando, es que la falda era tan corta, es que qué hacía con tres hombre sola, es que iba borracha... ¿Y? ¿Acaso nuestras borracheras le dan a alguien derecho a violarnos?
Decía que el camino no ha sido fácil, y hay para quienes el camino todavía ha sido y es más complicado. Todas esas hermanas que han sido violadas o que han sufrido otras violencias, que luego además han sido perseguidas, cuestionadas e investigadas por detectives privados. Lo hicieron con la víctima de la manada de Navarra y lo han vuelto a hacer hace cuatro días con la chica a la que el futbolista Santi Mina había violado.
¿Qué pretenden poniéndole un detective privado? ¿Qué además de violarnos luego llevemos la cruz toda la vida, que nunca más levantemos cabeza ni alcemos la voz, que nunca más salgamos con nuestras amistades y nunca más volvamos a sonreír? ¡Oh no, no dejaremos que tenga un maldito violador esa satisfacción! Hemos hecho esa ley para que no se nos cuestione cuando denunciamos, para que no nos cuestionen si decimos que no, ¡que no queríamos follar con cinco tíos en un portal! ¡Que no es abuso, que es violación si nos pusieron burundanga en el cubata! Hemos hecho esta ley también para ayudarnos a recuperarnos juntas y con toda la ayuda profesional necesaria cuando un desgraciado violador se cruza en nuestro camino.
Decía que el camino no ha sido fácil, y lo más doloroso es que muchas hermanas han sido asesinadas por la violencia machista y patriarcal que combatimos. Por ellas, por las que seguimos aquí, por las que vendrán, hoy creo que es día para celebrar. Las mujeres, juntas y empujando desde las calles a nuestra Ministra Irene Montero, estamos avanzando en derechos a grandes pasos.
Otros muchos grandes pasos nos quedan hasta la igualdad real, pero hoy escribo esto porque quiero celebrar reivindicando que por fin solo sí es sí. Porque somos un poco más de la mitad de esta Tierra que pisamos, porque como dijo Ángela Devis, defendemos la "radical" idea de que las mujeres somos personas, por ello tenemos derecho a ser libres e iguales en todos los sentidos de la vida y, por su puesto, en el sexo.