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Me
imagino que cualquiera que siga con mínimo interés esta columna
quincenal, será consciente de mi fascinación por el momento
político actual. Y cuando hablo de fascinación lo digo en el
sentido más amplio de la palabra. Soy de los que creen que estamos
acabando una época, y que deposita sus esperanzas en un cambio
de rumbo que mejore las condiciones de vida presentes y futuras. Las
últimas encuestas demuestran que ese cambio es posible. Y claro
desde ese momento no han cesado de sonar las alarmas en el Olimpo del
poder financiero de este país, que para algunos es donde
vivimos y para otros es el lugar desde donde se envía dinero a
paraísos fiscales. Han salido empresarios, actores e incluso algún
futbolista (de esos que tributan en Luxemburgo) avisándonos del
peligro que se cierne sobre nuestra cabezas si el bipartidismo se
parte en España. El último en salir ha sido nuestro supermega
bronceado guay Ministro de Economía Luis de Guindos, que nos avisa
de que un peligro de que Podemos ganase en España, seria la
salida del Euro. No voy a entrar en lo que nos ha supuesto a los
españoles el euro (todos conocemos mil historias de redondeo y de
cómo el billete de 5000 pesetas se convirtió en el de 50 euros que
son unos 8000 ptas.), pero su me gustaría recordarles que Luis de
Windows, como me gusta llamarle cariñosamente fue el que dijo cosas
como estas respecto al rescate a la banca española: “Es un apoyo
financiero que no tiene nada que ver con un rescate”; “Ayudara
a las familias y a las empresas”; “Servirá para que vuelva a
fluir el crédito para que crezca la economía y se cree
empleo”…
Estas
son algunas de las sentencias de este vendedor de futuros, al
que no le ruboriza ni la hemeroteca. También es verdad que en el
programa de Ana Pastor en La Sexta del domingo pasado,
manifestó creer que el pueblo español es maduro, yo también
lo creo. Por eso espero que este año sea el del final del
bipartidismo; sea también el año en el que toda esta gentuza que
pone por delante los intereses de los grandes a costa de lo que
sea, incluido generar miseria entre la gran mayoría,
desparezcan de la escena política a golpe de papeleta electoral.
Ahora más que nunca el futuro está en nuestras manos, solo
tendremos una oportunidad. No la malgasten.