Antonio F. Saá Carrasco
Se acerca una fecha señalada en grande en nuestro calendario, el 25 de noviembre, fecha en la que conmemoramos el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un tipo de violencia que no debería existir y así no tener que conmemorar algo que debería ser normal, la no existencia de viwolencia, y en especial la que afecta a la mujer a consecuencia del género, machismo, violencia vicaria o al abuso físico o psicológico.
Sea cual sea la denominación elegid para esta realidad, es una gran injusticia, y representa la violación del derecho a la integridad física y psíquica más grande que existe en nuestra sociedad. La violencia contra la mujer es la manifestación más brutal y extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres que existe en nuestra sociedad.
El permanente clima tenso en el que vivimos, donde algunos delincuentes ven como se resuelven con impunidad determinados delitos, el desconocimiento de las auténticas dimensiones del problema, el negacionismo de la violencia de género por parte de los más jóvenes, acentúa un problema sorprendentemente común con una gran repercusión colectiva, el mundo actual permite incorporar al comportamiento actuaciones sexistas que pueden desembocar en violencia. A pesar de todo esto la sociedad sigue sin percibir este drama en toda su magnitud.
Hay que tener en cuenta que el término “género” alude, no sólo a las diferencias biológicas entre sexos, sino también a las diferencias sociales y culturales atribuidas a las personas en función de su sexo. La condición masculina no es equivalente a violencia, más bien la violencia es inherente a personas sin escrúpulos que someten a sus afines a las ansias de dominio, de aquellos cuya actitud o manera de pensar desprecia rasgos o comportamientos femeninos.
La educación y la formación son dos pilares fundamentales para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres y erradicar la violencia machista. Preocupa especialmente cómo este tipo de violencia, en vez de retroceder, se está instalando con fuerza entre los jóvenes.
Las adolescentes están muy expuestas a las nuevas formas de violencia, como el control de las redes sociales, y los jóvenes disponen de mecanismos muSe acerca una fecha señalada en grande en nuestro calendario, el 25 de noviembre, fecha en la que conmemoramos el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un tipo de violencia que no debería existir y así no tener que conmemorar algo que debería ser normal, la no existencia de viwolencia, y en especial la que afecta a la mujer a consecuencia del género, machismo, violencia vicaria o al abuso físico o psicológico.
Sea cual sea la denominación elegid para esta realidad, es una gran injusticia, y representa la violación del derecho a la integridad física y psíquica más grande que existe en nuestra sociedad. La violencia contra la mujer es la manifestación más brutal y extrema de la desigualdad entre hombres y mujeres que existe en nuestra sociedad.
El permanente clima tenso en el que vivimos, donde algunos delincuentes ven como se resuelven con impunidad determinados delitos, el desconocimiento de las auténticas dimensiones del problema, el negacionismo de la violencia de género por parte de los más jóvenes, acentúa un problema sorprendentemente común con una gran repercusión colectiva, el mundo actual permite incorporar al comportamiento actuaciones sexistas que pueden desembocar en violencia. A pesar de todo esto la sociedad sigue sin percibir este drama en toda su magnitud.
Hay que tener en cuenta que el término “género” alude, no sólo a las diferencias biológicas entre sexos, sino también a las diferencias sociales y culturales atribuidas a las personas en función de su sexo. La condición masculina no es equivalente a violencia, más bien la violencia es inherente a personas sin escrúpulos que someten a sus afines a las ansias de dominio, de aquellos cuya actitud o manera de pensar desprecia rasgos o comportamientos femeninos.
La educación y la formación son dos pilares fundamentales para acabar con las desigualdades entre hombres y mujeres y erradicar la violencia machista. Preocupa especialmente cómo este tipo de violencia, en vez de retroceder, se está instalando con fuerza entre los jóvenes.
Las adolescentes están muy expuestas a las nuevas formas de violencia, como el control de las redes sociales, y los jóvenes disponen de mecanismos muy potentes para ejercer ese control, haciéndolas más vulnerables ante la violencia y el abuso. La situación actual requiere de un esfuerzo mayor para atajar cuanto antes estos comportamientos. Un gran número de adolescentes víctimas de este tipo de violencias no son conscientes de estar siendo afectadas por esta problemática, razón por la cual es crucial fortalecer los mecanismos de detección y atención precoz.
Ante el aumento de los casos de violencia contra la mujer, tenemos que reconocer que en algo hemos fallado como sociedad, hay que reforzar las medidas de sensibilización, de educación o de detección precoz. Cuanto más cercana es la Administración mejor es la respuesta de urgencia o el seguimiento. Conscientes de ello, tenemos que incidir en la educación y la formación para ejercer un papel fundamental en la concienciación y atajar la lacra de la violencia de género.y potentes para ejercer ese control, haciéndolas más vulnerables ante la violencia y el abuso. La situación actual requiere de un esfuerzo mayor para atajar cuanto antes estos comportamientos. Un gran número de adolescentes víctimas de este tipo de violencias no son conscientes de estar siendo afectadas por esta problemática, razón por la cual es crucial fortalecer los mecanismos de detección y atención precoz.
Ante el aumento de los casos de violencia contra la mujer, tenemos que reconocer que en algo hemos fallado como sociedad, hay que reforzar las medidas de sensibilización, de educación o de detección precoz. Cuanto más cercana es la Administración mejor es la respuesta de urgencia o el seguimiento. Conscientes de ello, tenemos que incidir en la educación y la formación para ejercer un papel fundamental en la concienciación y atajar la lacra de la violencia de género.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia