Pau March.Si cada vecino de Moncada supiera que cada año más de 300.000 €
del erario público van destinados a pagar las fiestas, quizá se
replantearía si está o no, bien gestionado el dinero de todos. Esta
partida supone casi un 10% del gasto corriente del Ayuntamiento de
Moncada.
Otro año más, nuestra ciudad ha vivido sus fiestas patronales. Una
nueva ocasión para disfrutar como pueblo de un final apoteósico del
verano, una forma más llevadera de empezar el curso y, en
definitiva, de mantener vivas costumbres que ya son tradición y que
nos definen como pueblo.
La presentació de les festes, la «Nit de l'Embotit», la Volta a
Peu o la «Nit de la Paella» son días clave en el calendario de
muchos de los vecinos de Moncada. Participar es decir «sí, soy de
Moncada» y como vecino orgulloso de su ciudad también quiero
expresar algunas cuestiones que creo muchos de los vecinos pueden
compartir, ya que no van contra nadie en concreto, sino por el bien
de toda la ciudadanía.
A parte de moderar el gasto, desde el grupo popular consideramos que
es excesiva la concentración de eventos en dos puntos, la plaza San
Jaime y la avenida de la Mediterránea. Creo que nadie se puede
oponer a celebrar eventos en estas ubicaciones con carácter puntual,
pero los vecinos están en todo su derecho de mostrar el descontento
por vivir día sí y día también conciertos, discomóviles y otras
aglomeraciones justo en la puerta de su casa. Para no caer en la
crítica vacía, proponemos una solución: derivar algunos eventos a
espacios de las afueras del núcleo urbano. En otros pueblos funciona
a la perfección.
Por otro lado, consideramos que 14 días de fiestas, en el sentido
más estricto de la palabra, son muchos. Hay quien las disfruta al
máximo sí, pero también hay quien las sufre a diario, bien por
cuestiones de ruido, corte de calles, o demás molestias ocasionadas
por el curso de los días de fiesta. Y esto va ligado al último
punto que creemos que es una asignatura pendiente para el actual
equipo de gobierno, el modelo de ocio juvenil.
Al margen de la suciedad constante en las calles y el malestar por la
falta de iluminación, hay algo que preocupa más a nuestra
ciudadanía: la juventud. Todos tenemos derecho a divertirnos, y como
joven que soy, yo soy el primero que quiere fiesta. Pero no todo
vale. Cuando la diversión trae consigo problemas que nos afectan a
todos, el tema merece una reflexión.
Adolescentes, noche y alcohol son una mezcla que a día de hoy camina
de la mano. Los desperfectos en el mobiliario público, causados o no
por gente de Moncada, o los problemas derivados del consumo de
alcohol en personas de tan corta edad no son culpa del organizador de
la fiesta. Sin embargo, la responsabilidad política está por encima
de satisfacer los impulsos de los adolescentes. Mientras hay 800€
destinados a la «Nit Jove Saludable», se gasta más de 15.000 €
en cada discomóvil. Algo falla.
Por eso, como portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento,
trabajaremos para que Moncada sea cada día un lugar mejor donde
crecer, trabajar y vivir. Pensando única y exclusivamente en esta
maravillosa ciudad y toda su gente.
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