Lo que le ha pasado al Ayuntamiento de Sagunto en términos domésticos es como si la Agencia Tributaria les dijera que se ha equivocado en sus borradores de los últimos cinco años y les abonara cinco mil euros este año como devolución de hacienda. Usted debería decidir qué hacer con esos cinco mil euros y tiene diversas opciones.
La historia de los cinco millones de euros se ha convertido en toda una metáfora de la política municipal. De inmediato ha surgido casi espontáneamente toda una tormenta de ideas sobre qué hacer con ellos. Incluso una audiencia pública que acabará sin duda en una subasta de peticiones.
Sin embargo, la tempestad de ideas deja al descubierto la escasez de ideas de la política local. Por un lado irrumpen los socialistas con una repetición local del Plan E. Espero que Keynes no levante la cabeza y vea en qué quieren convertir los socialistas una expansión del gasto público anticíclica. Por otro lado, tenemos al Partido Popular en el gobierno que quiere diluir los cinco millones para cuadrar el presupuesto. No sé qué me preocupa más. Me preocupa todo.
La posición socialista es la típica solución de aspecto amable y bienintencionada. Es reduccionista y simple pero funciona -por eso se llama populismo-. Si el principal problema de la gente es el paro y con ese dinero reducimos el paro seguro que es una buena idea. En teoría es así pero es una lástima que cada vez que pensamos en creación de empleo en España aparezca un pico y una pala y no médicos para la dependencia o ingenieros montando consultorias. Lo único que se nos ocurre es hacer son obras y pagar directamente. No se nos ocurre utilizar el dinero como catapulta de sectores económicos o abono para una iniciativa fértil. Lo indirecto y lo diferido es más difícil de explicar. Y si además es diverso peor. Así que los cinco millones se han convertido en un pack a dedicar íntegramente. Nada de dividirlo ni de diferirlo en el tiempo. Debe ser inmediato y completo.
Diluirlo completamente en el presupuesto es más preocupante porque el mensaje es peligroso. El PP nos dice que para cuadrar su presupuesto ordinario requiere de una aportación imprevista y extraordinaria. Para un partido que se llena la boca de no gastar más de lo que se tiene esto debería ser pecado mortal y condena al infierno directa. El problema de endeudamiento del Ayuntamiento de Sagunto es -en términos relativos- menor aunque existente lo que permite mirar más allá.
Expuestos los problemas de fondo la forma todavía da más miedo. En un municipio normal y corriente esta entrada de dinero seria el momento perfecto para pactar unos presupuestos. Aquí a la oposición se le ha ocurrido gobernar a golpe de moción y de manera parcial. Yo gestiono el gasto electoramente útil y el PP que se coma los marrones. Y esto no es ni justo ni responsable. Estamos sin presupuesto aprobado desde el 2008. Si algún presupuesto tiene algo de miga para pactar será éste. Recuerden que ahora mismo gestionamos la escasez si no la miseria presupuestaria. Lo lógico no es plantear una moción de reparto del "regalo de Reyes", lo lógico -ya que es imposible un pacto de legislatura- es establece algún tipo de pacto coyuntural que dé salida a las necesidades más básicas del pueblo. Y en términos de rendimiento electoral -que parece que es lo importante-esos cinco millones pueden dar lugar a un par de proyectos emblemáticos a los lomos de los cuales subirse de cara a unas elecciones. Al menos así alguién dirá en las próximas elecciones.. "yo hice esto en positivo".
En algún momento, ustedes deberían pararse a pensar que votar en contra de otro partido genera tanto rechazo que nadie se atreve a dar la mano a nadie para no sentarse al lado del rechazado. Quizá si pensamos en positivo hagamos algo en positivo. Quizá si pensamos un poco poquito más se nos ocurra algo un poquito mejor.
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