Las puertas automáticas cada vez tienen una presencia superior en nuestras vidas, pero la verdad es que una vez instaladas no solemos acordarnos de ellas hasta que nos dan problemas.
Para evitar que se estropeen, a lo largo del artículo te vamos a mostrar un listado de consejos de la mano de los expertos de Metal Blinds a través de los cuales podrás cuidar mejor la puerta automática y en consecuencia sacarle el máximo partido. No lo olvides, según cuides las cosas, así te durarán.
¿Dónde adquirir una buena puerta automática?
Para que los cuidados sean los mínimos y la duración de la puerta automática sea la mayor posible, siempre debemos optar por un modelo de calidad.
Actualmente hay muchas opciones entre las que elegir, pero si realmente queremos adquirir una buena puerta automática con una buena relación calidad precio, Metalblinds se presenta como la mejor opción. Pone a nuestra disposición un gran catálogo de puertas automáticas, es decir, seguro que encontrarás el modelo que mejor encaja con lo que estás buscando.
Principales consejos para cuidar una puerta automática
Con la ayuda de nuestros profesionales vamos a exponer un listado de claves que te ayudarán a que la puerta funcione correctamente.
1- Lubricación adecuada
La puerta siempre tiene que estar bien lubricada para que pueda funcionar correctamente y no consuma demasiada energía. En el momento de que notes que la misma comienza a chirriar, eso será sinónimo de que la lubricación no es la adecuada.
Es importante revisar cada cierto tiempo los sistemas de rozadura, cerradura, pestillo y bisagras para certificar que está todo correcto. Por supuesto, en el caso de que haya ruidos, la revisión será obligatoria. Si no se hace, la puerta cada vez funcionará peor y eso no nos interesa.
2- Cuidado con los insectos
Aunque pueda parecer mentira, los insectos son grandes enemigos de las puertas automáticas. Pueden acceder con facilidad a su interior y provocar daños importantes en el sistema. Cuando hablamos de insectos, no debemos olvidarnos de otros animales pequeños que pueden causar problemas como pequeños ratones o lagartijas.
Esos pequeños animales siempre suelen entrar en el cuadro en busca de calor y con los movimientos pueden provocar daños. Esos daños en ocasiones pueden ser muy importantes y provocar que la puerta no funcione correctamente.
3- Evita la humedad en la puerta automática
Uno de los grandes problemas de las puertas automáticas es la lluvia y la humedad. Esta última se puede colar con facilidad en el interior del cuadro de control. Y cuando entra, las piezas se pueden dañar y en consecuencia la puerta dejará de funcionar correctamente.
Por ese motivo, es vital certificar que el cuadro está situado en una zona alejada de la lluvia y de la humedad. Es verdad que siempre suelen venir protegidos para evitar que la humedad entre en su interior, pero nada es imposible. Para evitar daños, siempre hay que certificar cada cierto tiempo que la humedad no lo está atacando.
4- Controla la placa eléctrica
Es importante controlar cada cierto tiempo que la placa eléctrica funciona correctamente mientras está funcionando. Eso sí, no olvides que nunca deberás tocar nada cuando esté en funcionamiento.
Presta especial atención a los relés para certificar que todo está correcto o hay que reparar alguno de ellos.
Normalmente no estamos acostumbrados a observar los componentes electrónicos. Pero si dominas el tema, no está de más comprobar que todo está correcto. Es mejor prevenir que curar, por ese motivo, los controles de mantenimiento siempre son una gran opción
5- Mantén limpia la zona cercana a la puerta automática
Las puertas automáticas siempre tienden a acumular suciedad, sobre todo porque no se suele limpiar esas zonas. Para evitar que la suciedad pueda comprometer el buen funcionamiento de la misma, se recomienda limpiar la zona cada cierto tiempo.
No solo tenemos que limpiar la zona, también es una buena opción limpiar las guías para que la puerta se pueda mover correctamente.
Los expertos nos comentan que las puertas abatibles suelen acumular suciedad en la parte baja, justo en la zona de las bisagras. Si optas por esa variedad de puerta, asegúrate de que la zona está limpia para que la puerta pueda abrir correctamente.
En las puertas basculantes la suciedad se suele acumular en la zona de las guías. Es importante limpiar la zona, sobre todo si tiene grasa. Si no se hace, la suciedad se puede endurecer y eso provocar un atasco que impida el libre movimiento de la puerta.
6- Asegúrate de que los muelles están bien
Los muelles son una de las partes más importantes de la puerta. Sin ellos, el funcionamiento de la puerta no sería el adecuado, es decir, el funcionamiento automático no podría ser posible.
Por ese motivo, es importante certificar que los muelles están en buen estado y cambiarlos en el caso de que no lo estén. Es importante aplicar aceite sobre ellos y asegurarse de que los mismos no han perdido tensión. Si no reaccionamos demasiado tarde, debes saber que los muelles se pueden volver a ajustar antes de ser sustituidos. Lo que está claro es que, si los mismos no están bien, el funcionamiento no podrá ser el adecuado.
7- Engrasa la puerta cada cierto tiempo
Teniendo en cuenta la opinión de los expertos, el engrasado de la puerta debería ser cada dos meses como mínimo. Siempre hay que usar productos de calidad para tener la certeza de que todo funciona bien.
El trabajo es muy sencillo de realizar, sobre todo cuando se opta por la grasa líquida en spray. Es fácil de conseguir y aplicar. Con ella todo irá bien y la durabilidad será superior.