Manu Ríos, periodistaGracias a Las Provincias y a su director Julián Quirós
Monago por denunciar la salvajada q se pretende hacer desde l'
Ajuntament de València con 40 familias del cabanyal quitándoles sus
casas de toda la vida y sin ninguna compensación económica. Solo porque
si y punto.
Hoy mi sorpresa ha sido mayúscula cuando he visto a mi
abuela ocupando la foto del artículo. La "iaia Fina" (como así la
llamamos en familia) paga todos los años sus impuestos municipales,
entre los q está el IBI, pero sobre un suelo que es una concesión
municipal y ahora el ayuntamiento quiere ir quitando las casas a estos
vecinos a medida q vayan falleciendo, y para qué? Para dárselas a otros
40 vecinos diferentes!!!. Vamos, q los vecinos son buenos para pagar año
tras año pero no son buenos para tener derechos. Toma ya!
Después 60 años mi abuelita tiene la casa hecha un pincel,
reformada, bonita, muy bien conservada y cuando muera, (que por
desgracia no será muy tarde), sus hijos y nietos perderemos nuestro
único referente familiar y el único patrimonio y todo porque el
ayuntamiento no quiere negociar con ella ni con sus vecinos. Ni les
ofrece comprar el suelo( cosa q llevamos pidiendo hace años) ni les paga
nada por expropiar sus viviendas a la torera, ni les ofrece ninguna
otra alternativa. Nada. A ellos no, pero vergonzosamente a los q viven
en la cera de enfrente ( y q están en la misma situación de estar en
suelo d una concesión) si. A ellos si.
Resulta q este ayuntamiento que paralizó el plan del cabanyal, que
ha parado las expropiaciones, acaba de aprobar el quitarles a 40
familias sus casas. ¿Eso es coherencia?. Que venga Dios y lo vea.
Espero que el señor Joan Ribó que tanto ha hinchado el
pecho diciendo que este es el Ayuntamiento del diálogo, reconsidere
seriamente esta decisión que ha tomando con premeditación y alevosía sin
hablar con los afectados y sin dar la cara en ningún momento. Todo un
ejemplo de talante y democracia q debería hacérselo mirar, al menos.
Mire señor Ribó. Mi abuelo se dejó la vida en el mar,
luchando contra los temporales, pasando frío y miedo, al timón de su
barquita, y viendo como a sus amigos se los tragaban las olas. Se fue de
esta vida con las manos llenas de callos y la piel curtida por el sol.
Salía a faenar cada día a las 4 de la mañana para traer el rancho a casa
mientras mi abuela, esa q veis en la foto, se ha destrozado las manos y
las rodillas fregando casas de señoritos para sacar a sus 6 hijos
adelante y pagar esa casita.
Desde aquí ya lo digo alto y claro a quién me quiera oír;
ni usted ni nadie, por mucho alcalde que sea, lo va a conseguir. Ningún
ayuntamiento va a venir ahora, a "robarle" sus vidas a mis abuelos. Al
menos no lo harán mientras yo esté aquí. Porque mi abuela es una
jubilada más, una "vieja" más del barrio. Pero no está sola. Sus hijos y
nietos nos sabemos defender y lo primero serán los tribunales. O no.
Antes de "regalar" la dignidad de mi familia, yo prefiero tirar la casa abajo. Al fin y al cabo la casa es nuestra no Sr. Ribó?
PD: Amigos periodistas. No deis por bueno el titular de "el
ayuntamiento recupera la lonja del pescado". Id allí y preguntad. Allí
no queda nada que sea de interés general. Nada más q un patio interior
lleno de inmundicias carcóma. Ningún gabinete de comunicación puede
manipularos. Buscad la verdad. Gracias!
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