 Natalia Antonino.
                    Natalia Antonino. No podía dejar pasar la oportunidad, ya que se
me brinda, de dedicarte estas palabras y al mismo tiempo denunciar que en tu
caso, como en muchos otros, la bendita ley de la dependencia no funciona.
Llevas diecisiete años de enfermedad, has pasado por momentos muy duros, con
incertidumbre en los cuales tu vida dependía de que un grupo de personas
decidiera aportar un importe económico que ayudara a los profesionales de la
medicina a seguir estudiando como combatir esta maldita enferemedad, has sido
conejillo de indias de toda novedad, con la esperanza de que aun sabiendo que
podía ser contraproducente otras personas se salvaran. Hace dos semanas que nos
volviste a dar un pequeño susto, pero afortunadamente tu actitud positiva y
tus ganas de vivir te han ayudado a remontarlo. 
 
Como fiel seguidor mío, pese a tener muchas
discrepancias, recupérate pronto, quiero volver a esas tertulias tan gratas
donde hablamos de política, y espero que sea pronto. Por tu esfuerzo, por tu
valentía, por tus ganas de vivir y tu ejemplo de lucha constante. Gracias por
seguir peleando. 
 
Estas líneas espero que sean un
reflejo del sufrimiento que como tu muchas personas padecen hoy en día, el
recorte en los servicios sociales, la implantación del copago farmacéutico y
hospitalario, el abandono de la la aplicación de la dependencia y una escasa
inversión en I+D+i, que han sido pilares para el bienestar de esta sociedad,
no pueden ser demolidos en aras de una política que favorece a los que más
tienen ahondando en una nueva clase social ahora denominada por Guy Stading,
como “el Precariado”, la franja de perssonas que se despeña por la pirámide
social y ve desaparecer los elementos del estado del bienestar que la
separaban de la exclusión enfrentados al abismo de la pobreza y marcados por la
inseguridad.
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