À Punt sigue buscando su hueco en el panorama audiovisual valenciano. De momento, tiene dificultades muy importantes en las tardes y el horario de máxima audiencia. En febrero, los fiascos de Bona Vesprada y del prime time, hacen que la sustituta de Canal 9 pierda cuatro décimas respecto a enero, quedándose en el 3'2% de cuota de pantalla, a punto de bajar del umbral psicológico del 3%. La cadena ya perdió en enero una décima respecto a diciembre, por lo que sigue espantando cada mes a más telespectadores. Con estos datos,sólo supera a las segundas cadenas autonómicas, como la ETB1, con un 1'9% (sólo en euskera), el canal catalán 3/24, TPA2, LaOtra o TVG2. Sólo los informativos del mediodía destacan de manera sobresaliente y se han acabado por asentar en su parrilla, con cuotas que muchas veces superan el 10% de share, llegando recientemente a acercarse al 15%.
À Punt se queda muy lejos de TV3, con un 15'2% -sube 0'7-; ETB2, la vasca en español (10'5), Aragón TV (10'2), TVG (10'1), Canal Sur (8'2), la asturiana TPA (6'9), la canaria TVCAN (6'4), Canal Extremadura (6'3), la manchega CMM (6'2), Telemadrid (5'2), la murciana La7 TV (4'7) y la balear IB3 (4'4).
El nuevo director general, Alfred Costa, ha introducido más programación en castellano y ha intentado acercarse a lo que significó Canal 9, buscando espacios también de morbo par atraer audiencia, como la emisión del documental sobre el 'Caso Alcàsser', en prime time y en castellano, o la reciente polémica en A la Ventura, hace dos viernes, en el que se hizo un careo entre una víctima de terrorismo y el rapero Valtonyc, fugado tras haber sido condenado por enaltecer el terrorismo, un hecho bochornoso que motivó
una durísima carta de Consuelo Ordóñez. Un espacio con una magnífica presentadora, una de las pocas alegrías y descubrimientos de la nueva etapa de la renacida RTVV.
El patinazo más grande, sin embargo, está en
Bona Vesprada, programa que presenta Màxim Huerta, que se mueve en cifras del entorno del 2%, llegando a alcanzar el 1% en alguna ocasión, y desaprovechando el caudal de espectadores que le deja el informativo y el concurso Atrapa'm si pots, que suele doblarle en audiencia. Un espacio en el que Huerta no se encuentra cómodo y la audiencia prefería a Carolina Ferre, que lograba mejores datos con À Punt Directe.
La cadena tiene pocos motivos para la alegría, pero también hay que destacarlos. Acierta especialmente con la columna vertebral de informativos, con el gran fichaje de Raquel Ejerique. Las noticias de las 14 horas arrasan y las de la noche también suelen ofrecer datos positivos, aunque en menor grado por el lastre que supone los pésimos datos del Bona Vesprada, que hunden también a Notícies Comarques, presentado por Melu Bort. Las repeticiones del Bon Dia, Bonica y L'Alqueria Blanca funcionan bien, así como también Terra Viva, posiblemente el mejor programa de la televisión pública valenciana.
Los fines de semana, además de los informativos, destacan los espacios de dibujos animados por la mañana, emulando el éxito de Canal 9 con esta estrategia y en el prime time del sábado Duel de Veus se ha hecho con un hueco.
À Punt tiene recorrido. Necesita mejorar su prime time y darle la vuelta a sus tardes soporíferas si quiere superar el 4% de media mensual.