Quico Adán. Que no se me entienda mal. No pretendo darle más protagonismo que el que se gana a través de sus artículos. Seguro que tiene sus seguidores y que piensan que sus escritos son buenísimos de la muerte. Que escribe de forma clara y con una gramática y léxico perfectos con una depurada sintaxis todo ello superando con creces a los modos que yo tengo de aporrear el teclado, cada quince días, para trasladar al lector mi opinión sobre viajes, videojuegos, música o actualidad. En esto último sí que le gano, en la variedad de la temática, pero vaya, cada uno escribe sobre lo que quiere.
Tampoco soy un acérrimo seguidor suyo y no suelo leer sus artículos más que por encima, pero en el número pasado de El Periódico de Aquí, mi monotemático vecino de arriba Rafa Tomás espetó en el artículo, una afirmación, supongo, que llevado por el éxtasis de meter caña, que me dejó ojiplático y con algo de indignación. Bueno, a decir verdad muy indignado.
En su último artículo el señor Tomas, escribió “al Partido Popular le encantaría que el terrorismo de ETA continuara con mucha intensidad”. Después de esto uno puede decir que ha encontrado la cura definitiva del SIDA o del cáncer o que ha encontrado vida en Marte, da igual. Esto pasa de melonada, para alcanzar una nueva, elevada y desconocida cuota de diarrea mental.
Uno puede estar en contra de la política antiterrorista de un gobierno, puede pensar que está traicionando los principios del partido, opinar que lo que hace es bajarse los pantalones, o traicionar la memoria de los muertos. Yo mismo lo dije con Zetapé. Lo que jamás se me ocurrió decir es que “el PSOE (entero) quería que ETA siguiera matando”, porque denotaría una falta de riego sanguíneo-cerebral importante.
Quizá la experiencia de los casi mil muertos no sea suficiente para que esta vomitiva frase sea repudiada, quizá haga falta recordar los nombres de la gente del PP que fueron asesinados por ETA: Miguel Ángel Blanco. Fue secuestrado el 10 de julio de 1997. Dos días después fue abandonado en estado agónico, maniatado y con dos tiros en la cabeza y falleció; José Ignacio Iruretagoyena Larrañaga que muere como consecuencia de la explosión de una bomba lapa adosada a los bajos de su vehículo.; Francisco Cano Consuegra fallece como consecuencia de la explosión de una bomba lapa colocada en los bajos de su furgoneta; , Manuel Giménez Abad recibe dos disparos en la nuca y uno en el abdomen cuando se dirigía junto a su hijo al estadio municipal de La Romareda para asistir a un partido de fútbol; José Luis Ruiz Casado recibe un disparo en la nuca por la espalda y es rematado de otro disparo más cuando yacía inconsciente en el suelo; Manuel Indiano Azaustre es tiroteado en el interior de su comercio; Jesús María Pedrosa Urkiza recibe por la espalda un disparo en la cabeza; Manuel Zamarreño Villoria muere alcanzado por la explosión de una bomba oculta en una motocicleta; Alberto Jiménez-Becerril Barrio y su esposa tiroteados por la espalda cuando regresaban de cenar en un restaurante del centro sevillano; José Luis Caso Cortines recibe un disparo en la cabeza estando en el bar; José María Martín Carpena al ir a subirse al coche, es tiroteado por la espalda, en presencia de su mujer y de su hija.
Todas estas personas fueron asesinadas por defender unas siglas. Por motivos de espacio no nombro a las del PSOE o a las de UCD, UPN, PNV que también fueron asesinadas vilmente por ideas políticas. Pongo las del PP porque el Sr. Tomás hace mención exclusiva a este partido.
Para el próximo artículo piense cien veces antes de escribir para no volver a teclear una frase tan mezquina y tan vergonzosa.
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