Multitudinaria manifestación en mayo de 2017 pidiendo la reapertura del ColegioEl Juzgado de lo Penal número 3 de
Castellón ha dictado sentencia absolutoria contra F.Z.V. el educador social del
Colegio de la Resurrección de Segorbe que fue acusado del delito continuado de
abusos sexuales a una de las alumnas del citado centro, circunstancia que
desencadenó su expulsión y posteriormente el cierre del citado colegio por
parte de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat
Valenciana, de la que es responsable la vicepresidenta, Mónica Oltra.
La titular del juzgado invoca el
principio de presunción de inocencia para determinar que “no resultando
probados los hechos objeto de acusación, resulta supreflua e innecesaria su
calificación jurídica” y también que “no habiendo quedado acreditados los
hechos imputados, no puede hablarse de autoría ni de otras consecuencias
derivadas del mismo, procediendo la libre absolución del acusado”.
Por todo ello, la juez absuelve a
F.Z.V. del delito continuado de delito sexual “con todos los pronunciamientos
favorables”, declarado de oficio las costas causadas.
Es de resaltar que tras la diligencias
previas y posteriormente el procedimiento abreviado, el Ministerio Fiscal
calificó provisionalmente los hechos como constitutivos de un delito continuado
de abusos sexuales a mayores de 16 años y menores de 18 años, previsto y penado
en el artículo 182 del Código Penal, por lo que solicitaba la pena de 3 años de
prisión, accesoria de inhabilitación especial para profesión, así como libertad
vigilada por un periodo de cinco años, pago de las costas procesales e
indemnización de 1.500 euros para la
menor. Por su parte la defensa del acusado ya solicitaba la libre absolución de
su representado con todos los pronunciamientos favorables.
El presente caso fue el argumento
principal esgrimido por la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas para
cerrar el Colegio de la Resurrección de Segorbe y el traslado de sus niños y
niñas a otros centros de la Comunidad Valenciana. El centro que venía
funcionando desde hace 120 años, estaba regentado por hermanas Terciarias
Capuchinas y en todas estas décadas han pasado por la institución miles de
menores que han recibido la atención, el cariño y la formación necesaria por
parte de la congregación y de monitores especializados. Segorbe reaccionó al
cierre recogiendo más de 7.000 firmas que fueron presentadas en Consellería y
organizando una multitudinaria manifestación solicitando la reapertura del
centro.
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