Logo de Cuatro.
Logo de La Sexta. Con el fin de la primavera no sólo acaba una temporada más para las dos televisiones generalistas más jóvenes, Cuatro y La Sexta, sino que supone también el final de un modelo televisivo. En la cadena absorbida por Telecinco, la marcha de 'Tonterías las justas' y 'El hormiguero' supone el comienzo de una programación pilotada por Telecinco, mientras que en la tele de Mediapro, el descanso de 'Buenafuente' y el posible adiós de 'El Intermedio', suponen para la tele presidida por Emilio Aragón la búsqueda de una programación nueva que permita arañar décimas de cuota de pantalla a la competencia.
La que peor lo tiene es La Sexta, que ha gastado cifras multimillonarias para adquirir los derechos de grandes eventos deportivos, como el fútbol de Primera División y la Fórmula 1, que le permiten grandes datos de 'share' para esos espacios, pero no han supuesto un crecimiento en el cómputo global, de manera que su principal adversario, Cuatro, sigue un punto por encima de la cadena verde a pesar de que gasta infinitamente menos.
Cuatro va a aprovechar el verano para testar nuevos programas, la mayoría concursos, con los que volver en septiembre con una parrilla renovada solvente. La Sexta, por su parte, hará lo propio, aunque con la fusión con Antena 3 en el horizonte, si no quiere que las deudas acaben por hundir el esfuerzo realizado por Jaume Roures tirando de chequera. De momento, la crisis obliga a ahorrar costes, razón por la cual La Sexta 2 se transformará en breve en una cadena especializada en telenovelas.
El tiempo juega a favor del grupo Mediaset España -Telecinco, Cuatro, La7, Factoría de Ficción, Divinity y Boing- y en contra de La Sexta y sus dos canales secundarios.
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