Se han cortado más de 300 chumberas de todos los tamaños y han retirado más de dos toneladas de residuo vegetal. Foto: EPDA.
Con
el descubrimiento de América en el siglo XV, llegaron a la península Ibérica
muchas y muy variadas especies vegetales, como por ejemplo la patata o el
cacao. Desde entonces, la mayoría de estas plantas se han cultivado en nuestros
campos sin implicar ningún prejuicio para la nuestra naturaleza. Sin embargo,
algunas de estas especies extranjeras, como es el caso de los aloes, las yucas
y especialmente las chumberas (Opuntia ficusindica) se han convertido en un
grave problema para nuestro medio ambiente y se extienden, en la mayoría de los
casos sin control, ocupando el espacio de las especies autóctonas.
En
el Parque natural de la Sierra Calderona, según datos de la propia Consellería
de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, casi 400 hectáreas están
afectadas por más de ocho millones de higueras. Las zonas más críticas son el
Garbí y el Monte Picaio, donde la presencia de la Opuntia ficusindica llega a
superar densidades del 90% del sol.
Precisamente
la proximidad del Paraje Natural Municipal La Costera de Puçol con el Picaio ha
provocado que durante las últimas décadas esta planta exótica invasora ocupe
también su suelo y disminuya la presencia de plantas autóctonas, como es el
caso del timón, el lentisco y el romero.
Para
conservar la biodiversidad natural de La Costera, una de las primeras
actuaciones de Acció Ecologista Agró, después de firmar este año el convenio de
custodia del territorio de La Costera con el Ayuntamiento de Puçol, fue poner en
marcha un plan de control y eliminación de chumberas de este paraje natural
municipal. En poco menos de un año, los ecologistas han actuado sobre 44 puntos
de la montaña, donde han cortado más de 300 chumberas de todos los tamaños y
han retirado más de dos toneladas de residuo vegetal.
La
última de estas intervenciones se produjo el pasado sábado 12 de noviembre,
cuando se celebró un voluntariado medioambiental en La Costera con el objetivo
de explicar la problemática de las especies exóticas invasoras y hacer frente a
las chumberas Una decena de voluntarios participaron en esta actividad que tuvo
dos partes.
En
primer lugar, los voluntarios revisaron los puntos donde AE-Agró ha eliminado
este año las chumberas, para constatar si habían rebrotado o no. Como pudieron
comprobar los participantes en la actividad, la mayoría de chumberas no habían
rebrotado. Sin embargo, algunas de ellas sí lo habían hecho, ya que no todas se
pueden tallar de raíz por su ubicación o por la proximidad de otras plantas
autóctonas. Para evitar nuevos rebrotes, los voluntarios salaron los tallos de
las chumberas y los taparon con plásticos negros, un método que hasta el
momento tiene una efectividad superior al 60%.
Después
de actuar sobre los tallos de las chumberas, la segunda parte del voluntariado
consistió en cortar, con herramientas manuales como tijeras de podar, serruchos
y azadas, las plantas de esta especie exótica invasora que se extienden
alrededor del depósito de riego de La Costera. En total, los voluntarios
actuaron sobre ocho puntos de la montaña afectados por la Opuntia ficusindica, cortando
las raíces de 32plantas de todos los tamaños y retirando 432 kilos de residuo
vegetal.
Esta
actividad de control y eliminación de chumberas es el segundo voluntariado que
organiza AE-Agró en el Paraje Natural Municipal La Costera, después de colocar
el mes pasado cajas-nido para los pájaros insectívoros en la montaña. En
diciembre, los ecologistas celebrarán un nuevo voluntariado, que consistirá en
naturalizar el punto de agua permanente para anfibios que se ha rehabilitado en
La Costera.
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