A casi todos nos gusta tomarnos unas copas con amigos, durante la
comida, los fines de semana, en fiestas señaladas… el problema es cuando
la ingesta de alcohol es excesiva. Al día siguiente sufrimos las
molestas consecuencias: mareo, agotamiento físico y mental, angustia,
etc. A todo esto lo llamamos, comúnmente, resaca.
Además de controlar nuestro consumo de alcohol para no llegar a sufrir
resaca, podemos paliar los efectos de las bebidas si antes de salir de
casa tomamos una cucharada de aceite de oliva por cada 25 kilogramos de
peso de la persona. De esta tradicional manera podemos prevenir la
embriaguez. Es decir, aguantaremos mejor el alcohol.
Si sabemos que vamos a beber ‘más de la cuenta’ podemos prevenir los
efectos de la resaca con una cocción de perejil. Se hervirán 50 gramos
de perejil en agua durante siete minutos. Se tomará la mitad del
preparado antes de salir y la otra mitad al regresar a casa (se toma
antes y después de beber).
Un consejo apropiado para estos casos es comer, al día siguiente de
haber bebido, una ensalada de pepino para ayudar al hígado a
desintoxicarse después de haber consumido alcohol.
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