El Instituto Tecnológico
Metalmecánico (AIMME) participa en un proyecto, junto a doce empresas
e instituciones investigadoras europeas, para desarrollar un dispositivo
periférico que permitirá a las personas con deficiencias visuales y que
conozcan el sistema de escritura braille, leer los textos e interpretar las
imágenes que se carguen en sus ordenadores y tabletas.
El objetivo final es desarrollar una tecnología de bajo coste,
interactiva y táctil que proporcione a las personas con discapacidad visual
acceso a la parte gráfica de la información electrónica. Finalmente, según el
consorcio Tacmon, el objetivo es mejorar la empleabilidad de las personas con
deficiencias visuales en Europa, cuya cifra asciende a 7,4 millones.
AIMME es la entidad encargada de desarrollar y fabricar un prototipo
funcional del sistema interno que permite realizar el movimiento de la matriz
de pines, así como de la integración de los diferentes sistemas que se han
desarrollado dentro de una carcasa que los envuelva.
El proyecto, denominado Tacmon 2, se encuentra en la fase de
construcción de un prototipo no competitivo, sobre el que los socios del
consorcio investigador van a verificar la funcionalidad del sistema.
Según, Luis Marín Mateos, responsable de la Unidad de Desarrollo de
Producto, "estamos en la fase de
integración de todos los componentes para poder validar que el producto hace lo
que realmente hemos dicho que puede hacer. A ese prototipo se le someterá a
pruebas piloto para que personas con deficiencia visual nos puedan dar su
experiencia de uso, si les resulta útil, si es intuitivo, si la velocidad de carga
de la información traducida es apropiada, etc,..."
El proyecto se basa en un
dispositivo que se une al ordenador o a la tableta y permite, a través de
microperforaciones, que se eleven los puntos que configuran el sistema de
lectura en braille. Según los responsables del proyecto en AIMME, el
dispositivo cuenta con 2.520 puntos de lectura que se activan con un sistema
electromecánico.
Luís Marín confirma que la elevación es mínima, ya que ronda el medio
milímetro, pero es suficiente para que una persona acostumbrada a su lectura,
lo pueda interpretar.
La propuesta de este dispositivo nace con la intención de aumentar la
ventaja competitiva de las pymes europeas en el sector de las necesidades
especiales, tratando de ofrecer una tecnología innovadora y rentable.
Según los datos del consorcio Tacmon 2, actualmente hay en Europa 7,4
millones de personas con discapacidad visual. Entre este colectivo el desempleo
es muy elevado, constituyendo un problema social y económico para la Unión
Europea.
Así, esta herramienta responde a la necesidad de que la tecnología de
asistencia sea eficaz para facilitar el empleo de las personas con discapacidad
visual. Y para que la industria pueda cumplir la legislación contra la
discriminación y evitar el aumento de la exclusión de la actividad profesional,
cada vez más visual.
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