El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) ha presentado en Bruselas plásticos conductores de electricidad que contribuyen a evitar interferencias en los equipos electrónicos, y por tanto la necesidad de recubrimiento metálico.
Los plásticos, que se han dado a conocer en Bruselas durante la presentación del libro ‘Redit 14 razones para innovar’, suponen además una reducción en el coste de fabricación, disminuyen el peso de la pieza final en un 60% y son respetuosos con el medio ambiente.
Este tipo de plásticos, obtenidos a través del proyecto Polycond, gracias a la mejora realizada respecto a los tradicionales, podrán destinarse a industrias en las que abundan los productos eléctrico-electrónicos, como es el caso del sector médico, de automoción y militar.
Mejora de las propiedades eléctricas
Los aparatos de radio, ordenadores, televisiones o equipos médicos quirúrgicos se caracterizan por ser dispositivos que generan campos electromagnéticos y por tanto interferencias. Dichas interferencias, pueden llegar a interrumpir, distorsionar o limitar el rendimiento de aquellos equipos que están en funcionamiento simultáneamente.
El objetivo del proyecto Polycond ha sido el de mejorar las propiedades eléctricas y físicas de los materiales plásticos empleando nanotubos de carbono y otros aditivos conductores, para mejorar las propiedades antiestáticas y de apantallamiento electromagnético de los plásticos, al tiempo que mantiene densidades bajas propias de los materiales plásticos.
A lo largo de este proyecto, AIMPLAS se ha desarrollado la formulación del material y posteriormente las empresas Fapermin –Alicante-, Molespol –Barcelona- e Intermedic –Barcelona- lo han trasladado a la fabricación de aplicaciones industriales finales.
En concreto, la empresa Fapermin, se ha centrado en componentes metálicos de los retrovisores del automóvil que se sustituyeron por un compuesto plástico formado por polipropileno, polímeros intrínsecamente conductores y nanotubos de carbono para reducir el peso del mismo, aumentar su reciclabilidad y dotarlos de buenas propiedades antiestáticas.
Además de estas piezas, el proyecto ha dado como resultado otros componentes de equipamiento médico, carcasas para radio militar y tomas de tierra para enchufes eléctricos.
En esta investigación co-financiada por la Comisión Europea han participado además de las citadas empresas españolas y AIMPLAS otros 16 partners.
Sustitución de las partes metálicas
Según Valentín Polo, responsable de proyectos internacionales de AIMPLAS y el encargado de presentar este tipo de plásticos en Bruselas “el desarrollo de estos nuevos compuestos termoplásticos conductores, aparte de evitar los fenómenos como las descargas electroestáticas o el apantallamiento electromagnético, han mostrado una mejora funcional en las aplicaciones en las que se han integrado además de un importante ahorro energético y de costes de fabricación respecto a las existentes”
En este sentido, Valentín Polo destaca que “este nuevo compuesto plástico puede tener una gran cabida en sectores como la automoción –en los dispositivos internos de control del vehículo-, médico –en la monitorización de la presión sanguínea-, militar –en la protección de equipos de radiotransmisión portátil-, eléctrico –en sustitución de parte metálica en conector elétrico, o electrónico –en carcasas de recubrimiento para consolas de control-“
Sobre AIMPLAS:
El Instituto Tecnológico del Plástico es un Centro de Innovación y Tecnología (CIT) reconocido por la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología y está ubicado en Valencia (España).
Nace en 1990 como asociación de investigación sin ánimo de lucro de ámbito nacional e internacional y pertenece a la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (REDIT) y a la Federación Española de Institutos Tecnológicos (FEDIT). Además, es miembro activo de otras redes tecnológicas como SUSCOMPNET, EuCIA, AESICOM e IBEROCIT.
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