Carmen Jávega. /EPDALa ilusión no se pierde con la edad, quien la tiene siempre la conserva y dado que hace bastante que no escribo en esta ventana al mundo que siempre se me ha brindado, os confesare que yo nunca la he perdido. A veces sube y baja, o simplemente se queda en modo sostenido, pero perderse nunca.
En estos momentos, la mía va de subida, al igual que la del partido al que represento desde hace ya bastantes años en mi municipio. Hacemos falta, y lo digo rotundamente, se nos necesita, tanto a nivel municipal, autonómico o nacional. Se necesita a un partido fuerte que saque a nuestra pobre España del agujero en el que la ha metido un ególatra, que rodeado de aduladores y cortesanos, ha olvidado lo que es el pueblo y lo que este necesita.
Fácil es vivir mirando desde arriba, subido en un avión, viajando por todo el mundo, con el dinero de los que no pueden llenar la cesta de la compra. El sentirse un Dios del Olimpo no ayuda a los que no tienen ni para sobrellevar sus gastos más nimios. La burla es constante, cuando se nos insta a taparnos con mantas si tenemos frío, al no poder encender ni la estufa, o a quitarnos la corbata cuando tenemos calor. Esto solo lo puede decir quien solo se mira su propio ombligo, y se olvida de que representa a todos y cada uno de los españoles, aunque nunca le hayamos votado, ni nunca pensemos votarle. Se necesita un cambio y se necesita ya, y para ello necesitamos una legión de personas con muchas ganas de ayudar al prójimo, pero sobre todo con mucha ilusión por hacerlo.
Estas personas deberán estar preparadas para escuchar todo tipo de improperios, descalificaciones y faltas de respeto, como las que vemos a menudo en el Congreso de los Diputados, en donde se ningunea a la oposición de una manera obsesiva, en ese intento que estoy convencida va a resultar infructuoso, de hacer creer a los españoles que la oposición no existe, no está preparada y no podrá gobernar nunca. Craso error el que cometen, nunca se puede menospreciar al oponente y menos cuando se tiene el nivel de las personas que una y otra vez han tenido que sacar a España de todo tipo de crisis donde acaba siempre, cuando gobierna el partido al que representa el Sr. del Falcón.
Los que me conocen, saben que para mí todo empieza desde abajo, no hay casa sin cemento, ni planta sin raíz, y por supuesto no hay política sin los municipios, por ellos empieza todo. En el mío también se respira un aire diferente, un viento que barrerá todo lo antiguo y obsoleto, un aire de cambio y con él llegan personas nuevas, con ideas propias, con criterio, que es algo que siempre espero de los que me rodean. En mi caso y siempre apoyando, daré un paso atrás, pero siempre apoyando a lo que viene y créanme, que es grande y bueno, tan bueno como la juventud que arrastra y que hará posible que nuestro pueblo sea lo que se merece desde hace tiempo.
Mientras esperamos que llegue, intentaremos seguir llenando la cesta de la compra como se pueda, siempre rodeados de la buena gente, de esa que nunca se va, que siempre apoya, porque nadie sobra en los proyectos comunes, nadie. Todos sumamos y esto es algo que entendemos muy bien los jóvenes con sobrada experiencia, por no decir con bastante edad.
Siempre he acabado este artículo, con una pequeña reflexión, sea la siguiente esta vez. Dejemos paso, sumemos, apoyemos y de este modo el cambio que necesitamos, llegara a buen puerto, como llega el barco según el refranero español.
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