La exvicepresidenta del Consell y diputada de Compromís Aitana Mas durante la entrevista con la Agencia EFE con motivo de su regreso a Les Corts. EFE/Morell
La exvicepresidenta del Consell y diputada de Compromís Aitana Mas volverá este jueves a Les Corts Valencianes tras haber superado un cáncer de mama, un tiempo en el que ha aprendido a tomarse la vida de manera más serena y tranquila, precisamente lo que cree que le falta en estos momentos a la política.
Mas (Crevillente -Alicante-, 1990) afirma que aunque su idea era reincorporarse a su labor de parlamentaria dentro de unos meses, las circunstancias políticas, derivadas de la dana que el pasado 29 de octubre arrasó parte de la provincia de Valencia, han incentivado su vuelta anticipada.
"Soy de culo inquieto y ahora empiezo a encontrarme bien y empiezo a activarme también políticamente", afirma la portavoz adjunta de Compromís, a quien el pasado 11 de abril le detectaron un tumor en el pecho, lo que la llevó a aparcar sus responsabilidades públicas para iniciar su tratamiento.
El cáncer le ha enseñado a vivir más tranquila
Diez meses después y tras haberse sometido a una mastectomía cuya cicatriz mostró en sus redes sociales, Mas regresará a Les Corts con ganas pero también con prudencia, pues aunque el tumor ya no existe, sigue en tratamiento y también se está recuperando de las secuelas de la cirugía a la que tuvo que someterse.
"Si estoy preparada no lo sé, ya lo veré cuando llegue", señala, pero no le preocupa, pues en estos meses ha aprendido a cuidar más de sí misma y eso pasa también por ser realista, por lo que si hay un momento en que la vuelta le genera problemas de ansiedad o de salud mental, o físicamente no se encuentra bien, reculará. "No me da miedo ni vergüenza", dice.
Asegura que no es la misma que dejó Les Corts hace diez meses y cree que a la política le hace falta "serenidad" o vivirse "de una manera mas tranquila", ya que ve a gente "muy alterada", como posiblemente estaba ella hace un año, y "que lleva hasta el extremo esas emociones".
"Vivimos momentos complicados como para tensionar aun más con las actitudes", destaca, y añade que a ella este último año le ha servido para "equilibrar esa manera de tomarse la vida", que también será la manera en que se tomará ahora la política.
Mas no quiere olvidar lo que le ha pasado y desea tenerlo presente, pues explica que el proceso del cáncer le ha aportado "muchas cosas positivas", como ser consciente de su vulnerabilidad, no para hacer drama ni pensar que va a morir cada día, sino para "intentar vivir de una manera más tranquila, más pausada y más preocupada por las cosas realmente importantes".
"Hace un año yo vivía pensando que era prácticamente inmortal, con 33 años no te esperas tener un obstáculo así en la vida", recuerda, pero afirma que esas cosas pasan, y lo que ella ha aprendido de todo esto es a tener paciencia, algo que nunca ha tenido, y que empezó a ganar cuando fue madre por primera vez hace más de tres años.
Lidiar con la incertidumbre
Aitana Mas ha vivido esta enfermedad como "una montaña rusa", tanto emocional como física, pues con la quimioterapia ha tenido "todos los efectos secundarios que podía tener" y luego tuvo que pasar por una operación, pero lo más difícil para ella ha sido lidiar con la incertidumbre.
"Es lo que ha predominado en estos meses, la incertidumbre, al menos hasta que me operaron: no saber dónde estaba el tumor, qué tamaño tenía, no saber si la quimioterapia estaba funcionando de manera radical o si solo era una cuestión puntual", indica, e insiste en que la incertidumbre es muy dura.
Ahora está curada pero aún tiene miedo. "Continúo mirando de reojo todas las pruebas y los momentos más complicados, pues hay un cierto riesgo de metástasis", reconoce, y señala que una de las cosas que le ha ayudado a mantener el ánimo era pensar que si le tocaba morir pronto quería pasar los días que le quedaban "lo mejor posible".
Por ello, en los momentos en que se recuperaba después de la semana de la quimio necesitaba hacer cosas, distraerse, salir... En definitiva, tener "lo más perecido a una vida normal", a pesar de lo que te limita un cáncer, sin que nadie la mirara con cara de lástima ni de pena.
Mas decidió hacer público en sus redes sociales que padecía cáncer solo tres días después de recibir ella misma la noticia porque quería controlar la información y mostrar las luces y las sombras de esta enfermedad, pero también que todo el mundo normalizara lo que le había pasado.
La parlamentaria pide a las personas que han recibido este diagnóstico o están transitando la enfermedad que "tengan esperanza porque la hay" y que "se cuiden, por dentro y por fuera", por lo que recomienda que, en la medida que puedan, vayan al psicólogo y hagan deporte.
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