Héctor González, periodista. EPDALos alcaldes pedáneos, con muchas más limitaciones en sus funciones que los primeros ediles locales, pueden asumir su rol como figuras protocolarias a las órdenes de la población de la que dependen o tratar de expandir al máximo su potestad para mejorar su pedanía. Por esta última opción ha optado Ricard Bonet, munícipe de Horno de Alcedo. Con la ayuda de su alter ego, Mari-Carmen Alagarda, trata de transformar su entorno con mejoras en transporte público, instalaciones deportivas o servicios comunes con Sedaví.
Para esta última misión ha encontrado un aliado en el alcalde de Sedaví, el socialista José Cabanes, acostumbrado a trabajar con Compromís (Ricard Bonet milita en esa coalición) por su pacto de gobierno. Ambos han creado una entente cordial y reformista. El propio Cabanes ya ha despuntado por gestos como ser el primer alcalde local que participa en la Ofrenda (hasta entonces lo hacían las esposas de los primeros ediles) o por prácticas habituales que últimamente algunos partidos ponen en entredicho, como acompañar a los agentes de la Guardia Civil en el día de su patrona. Cabanes también alza la voz con reivindicaciones como un servicio de Protección Civil mancomunado.
Precisamente de la potente Mancomunidad de l´Horta Sud esperan prestaciones muchas corporaciones de la comarca. Presidida por el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, cuenta con los primeros ediles de Aldaia, Guillermo Luján; y Xirivella, Michel Montaner, como guardia de corps. Montaner compagina esa tarea con la de tratar de dar visibilidad a su gestión municipal. Sabe que está viviendo sus meses de gloria, para los que llevaba muchos años ´opositando´, y quiere que su labor luzca al máximo. A veces puede pecar de exceso.
Aspira a la consolidación que ya ha alcanzado Elvira García como primer edil de Alaquàs. Parece que han pasado décadas desde que le cedió la vara de mando Jorge Alarte para centrarse en sus frustradas aspiraciones a presidir la Generalitat. Mientras, otro todavía más histórico, Ramón Marí, comienza a manifestar signos de desgaste en Albal. Depender del concejal de Compromís, David Ramón, no le sienta tan bien como la mayoría absoluta del pasado
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