Javier Sanchís. /EPDA
Al
fin, y después de dos años tan difíciles como los que hemos
vivido, los aldaieros y aldaieras podremos disfrutar de nuestras
Fiestas Patronales con total normalidad.
Ha
sido una larga espera y llena de obstáculos, pero la tenacidad e
implicación de todos los colectivos y asociaciones del municipio,
van a hacer posible, que después de tanto tiempo, tengamos unas
fiestas donde el programa de actos es plural, variado y apto para
todas las edades, para que todos podamos disfrutarlas.
De
los actos de este mes de Julio, quisiera destacar el Gran Desfile de
Moros y cristianos, organizado por la Federación de Moros y
Cristians Palmiters de Aldaia. Sin lugar a duda, las 19 comparsas
están esperando el feliz momento de poder vestirse y desfilar
después de tanto tiempo. Será un momento muy emocionante. Hay que
vivirlo y disfrutarlo. Y más en un año tan especial como este, en
el que se celebra el 10º aniversario de la Federación.
La
verdad, es que cada aldaiero que está enamorado de sus fiestas,
tiene recuerdos imborrables de cada año, y todos esos momentos que
vive, ya sea en la intimidad, en la familia o con amigos, son
recuerdos que perduran, quizá para toda la vida.
Quiero
aprovechar estas líneas para tener un agradecimiento especial a los
Clavarios del Cristo de 2022, que juntamente con los demás
colectivos, asociaciones y Ayuntamiento, han conseguido elaborar un
programa fiel a las tradiciones de nuestro pueblo. Desde los
conciertos del Festival Cinturó Jove Fest, pasando por los
conciertos de las Bandas Musicales de Aldaia (La Unión Musical y La
Sinfónica), el concierto de L´Orfeó o el Festival de Danses i
Música Popular, la opción musical en Aldaia la tenemos totalmente
completa.
Y
luego tenemos actos arraigados con el paso de los años, como la
Cabalgata, la Mascletá o el desfile de Farolets, pero personalmente
me atraen dos actos que creo, son los emblemas de nuestras fiestas, y
hablo de nuestra “Baixà” y de la Procesión al Cristo de los
Necesitados.
Más
de 100 años iluminando con cohetes a nuestro Cristo, hacen de
nuestra “Baixà”, un acto único en el mundo. La mezcla de
colores, fuego, olor a pólvora y sonido es algo que todo aldaiero
vive de una forma especial.
La
religiosidad se vive muy intensamente tanto en la “Baixà” como
en la Procesión. Sin embargo, la solemnidad, la devoción y el
sentimiento contenido, hacen de la procesión a nuestro Cristo, un
acto que hay que vivirlo en la intimidad. Con el canto de la
“Carxofa”, ese angelito que le canta a nuestro Patrón Principal,
se da por finalizadas estas fiestas tan esperadas.
Desearos
a todos los aldaieros unas felices fiestas, que volvamos a salir a la
calle y disfrutemos con intensidad. ¡Vixca Aldaia!
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