Guillermo Sampedro. / EPDA Parece que de algo han servido las constantes preguntas que la diputada de Unidas Podemos-Izquierda Unida, Roser Maestro, viene haciendo en los últimos tiempos en el Congreso de los Diputados respecto del Castillo de Sagunto. La presión ha sido constante en los últimos tiempos y, por fin, ya notando el aliento de nuestra diputada en la nuca, los técnicos del Ministerio de Cultura se han dignado a dar señales de vida y a hacer una visita in situ al monumento.
Fue la semana pasada cuando la gente del IPCE (Instituto del Patrimonio Cultural de España) se presentaba en nuestra ciudad para comprobar, de primera mano, el grado de dejadez y desidia a que está sometido el monumento, tal y como se viene denunciando desde hace décadas por parte de las asociaciones en defensa del patrimonio cultural, de los técnicos/as municipales y desde el propio Ayuntamiento. Hay que recordar que el Castillo es titularidad del Estado pero que la gestión recae en la Conselleria de Cultura. Estos últimos tampoco se han caracterizado por su interés y preocupación por el monumento. Los quince años para acabar el Centro de Visitantes del Castillo y las cero visitas de los dirigentes políticos de Conselleria a nuestro patrimonio histórico (excepto para hacerse la foto en Sagunt a Escena) lo dicen todo.
Ahora, parece que algo ha cambiado y la presión ha dado sus frutos. Este encuentro entre Ayuntamiento y Ministerio, pisando las piedras y la arena del Castillo, va a servir, o eso confiamos, para agilizar la inversión de un millón de euros que el Ministerio tiene previsto invertir en nuestro monumento nacional. Parece poco y, de hecho, lo es, pero la puesta en marcha de este proyecto es clave para dignificar un poco el espacio. Y lo es porque, de una vez por todas, se van a destinar fondos a crear itinerarios, propuestas de recorrido y caminos peatonales, además de nueva señalética y cartelería, que buena falta hace. Todo ello, mejorará la experiencia del visitante y le permitirá saber dónde está y qué está viendo.
Eso, por un lado. La visita de los técnicos también sirvió para evidenciar la falta de coordinación entre administraciones (Ministerio, Conselleria y Ayuntamiento) y la necesidad de redactar y firmar un convenio de colaboración o gestión entre ellas, además de la renovación del Plan Director. El actual es de 2001 y está más que caducado y desfasado.
Como dijo la diputada Roser Maestro en su última visita al conjunto patrimonial, “el Castillo de Sagunto puede ser Monumento Nacional o la vergüenza nacional, como es ahora”. Depende del Ministerio. Ahora, parece que ya están, décadas después, haciendo los deberes desde Madrid.
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