Escena de la serie Buscando el norte - Foto: Abc.es Dos de ellas fueron unas de las series de más éxito de
la temporada pasada y la otra es la versión en formato de serie semanal de una
de las películas más taquilleras también del 2015. Antena 3 ha decidido suplir tres primes times de este comienzo del
año con tres series que, sin bien están funcionando bien, sufren un ligero
desgaste respecto a la temporada anterior (algo totalmente lógico) y que además
ponen en evidencia algunos de los errores frecuentes de las series de Atresmedia. Quizás veas alguna de
ellas, son Allí Abajo y Buscando el norte en comedia y Bajo Sospecha en drama.
La mejor parada en todos los aspectos es Allí Abajo, aunque por el camino se
haya dejado 1,5 millones de espectadores, ¡ahí es nada! Fue después de El
Príncipe, la serie más vista de la
temporada pasada. Una comida que aprovechaba el éxito de 8 apellidos vascos en
cine, para hacer de esta aparente diferencia entre vecinos del norte y del sur
su principal razón de ser. Ha vuelto con muy buen share o cuota de pantalla, un
20%, sustituyendo a uno de los exitazos de la temporada, Tu cara me suena y heredando una franja resucitada por la cadena,
la de los viernes por la noche.
La comedia, producida por Plano a Plano, tiene toda la pinta de convertirse en una de esas
comidas que mejorarán temporada tras temporada. Unos guiones brillantes y unos
actores perfectos que llevan a cabo una serie casi redonda. A falta de un toque
aún más alocado, que es lo que busca el espectador en este tipo de series, Allí Abajo sigue teniendo el favor del
público. Antena 3 la ha “sacrificado”
los viernes para seguir teniendo audiencia y por ende, un prime time con más
solera cara a aumentar su facturación publicitaria esa noche. Aunque ellos
saben en cualquier otro día, la serie estaría por encima de los 4 millones de
espectadores semana a semana. La serie es rápida, costumbrista (algo que tanto
gusta en este país) y quizás lo único que se le echa de menos es algún que otro
personaje más alocado aún que enganche más al espectador. Lo mejor, sin duda,
las vecinas cotillas y la pareja protagonista. Jon Plazaola y sobre todo Maria
León, tienen un carisma arrollador que les convierten en una de las parejas
de moda de las ficciones de nuestro país. Esas parejas que, con el tiempo,
pasan a la historia de la televisión.
A3 estrenó en la noche del miércoles, Buscando el norte. Inspirada en otro
éxito cinematográfico, en este caso propio y no subvencionado por la
competencia, Perdiendo el norte. El primer capítulo decepcionó y gustó por
igual, según siempre ese patio de colegio que es Twitter con cada estreno de
TV. La audiencia les siguió. El segundo capítulo, gustó más. Tanto en
espectadores como en crítica. Tanto que T5 ya anuncia que estrenará la recta
final de la alargadísima serie El
Príncipe. Un parón tan innecesario como poco entendible. Ya veremos si la
audiencia les acompaña porque T5 es especialista en guardar series en el cajón
y sacarlas más tarde con el olvido y la fuga de espectadores que esto supone.
Buscando el
norte tiene un planteamiento
atractivo e interesante. Original, también. Un argumento nunca antes planteado
en una serie de TV en España: las aventuras de emigrantes españoles en
Alemania. Sin embargo, esta ficción producida por Aparte Producciones peca de unos de los males endémicos de las
comedias de Antena 3 y que, en parte, solo Allí Abajo ha podido solventar: una
comedia con la chispa suficiente como para fidelizar el espectador. Algo que A3
echa de menos desde el final de Aquí no
hay quien viva hace ya una década. Vale que la serie también se pone sería cuando
toca, sobre todo al plantear el drama de estos españoles fuera de su país, pero
en el plano de la comedia le falta ese punch que enganche.
Quizás es también demasiado pronto y más viendo como
el segundo capítulo ha mejorado con creces el primero. En parte gracias a las
dos auténticas estrellas de la serie: Belén
Cuesta y Manuel Burque, aunque
los chistes homófobos del personaje de Burque llegan incluso a indignar más
allá de la comedia. Antonio Velázquez
lo intenta, mejora progresivamente aunque es evidente su falta de rodaje en
comedia. Habrá que darle otra oportunidad.
La peor parada en este inicio de año es Bajo Sospecha. La serie, que en su
primera temporada fue un éxito de audiencia con cerca de 4 millones de
espectadores de media, se ha dejado un millón de fieles por el camino. Al
lógico descenso que sufren las series temporada a temporada, se le suma un
planteamiento difícil de asimilar por parte del espectador. Y este es otro de
los males que pecan las series de Antena 3. Esta producción de Bambú Producciones no termina de
enganchar al espectador y quizás a partir de esta semana aún menos ya que la
cadena ha decidido emitirla contra Cuéntame
y Gran Hermano en un cambio de día
de emisión por ¿un especial de El Hormiguero?
Sí, señores. Cuando el arrastre de audiencia del fútbol les podía haber
beneficiado en un día, a priori, más fácil.
Bajo
Sospecha peca de lo mismo que pecó Sin Identidad (Diagonal TV) la pasada
temporada. Son series demasiado pretenciosas. Con guionistas que en su afán por
lucirse y crear series de grandes facturas (que lo logran en este aspecto), le
ponen demasiado difícil las cosas al espectador. Está bien hacernos pensar y
dibujar una serie que mezcla el drama y el thriller pero quizás rizar el rizo
con tanta muerte y tanto lío hace que el espectador se desenganche. Además, que
la primera temporada tenía un encanto añadido: la trama ocurría en un entorno
rural, al más puro estilo Twin Peaks.
En la actual, en un hospital. Algo que parece que parece que hemos visto en
multitud de series ya.
La primera temporada de Bajo Sospecha era más digerible y fácil de llevar. Era como uno de
esos sucesos que aparecen en Espejo Público y de los cuales tenemos noticias
todos los días. En esta segunda, la trama parece más alejada del espectador.
Éste se puede sentir menos identificada de ella. Sin duda, deberían haberse
mudado de pueblo antes que ir a investigar a la ciudad. A su favor, excelentes
actores, de los mejores planteles -con permiso de La Embajada, que llegará próximamente también a Antena 3-. Lluís Homar, Concha Velasco y Gonzalo de
Castro, brillan sobremanera. Veremos a ver como evoluciona. Bajar del 14%
de audiencia significaría no solo la no renovación de la serie por un tercer
caso la temporada que viene, sino un error de la cadena por haberla movido de
día a una serie que ha demostrado su debilidad en este temporada con un
argumento demasiado rocambolesco para un espectador tan poco fiel con las
series como el español.
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