Alumnos de Caxton College colocan las amapolas. EPDA
Es un
hecho probado que cuanto mayor es el grado de educación en valores menor es el
riesgo de provocar conflictos y generar violencia en la sociedad. Además, si
este paradigma de formación se implanta desde las edades tempranas resulta más
sencillo construir un mundo a partir de los baluartes de la paz.
Así lo entendió la Royal
British Legion, una organización benéfica británica que nació en 1921,
inicialmente con intención de proteger a las familias de los militares caídos
en la Primera Guerra Mundial. Este movimiento civil hizo propio el símbolo de
la amapola, que representaba el final del conflicto armado el 11 de noviembre
de 1918. Desde entonces, cada año esta legendaria organización celebra el Día
de la Amapola (Poppy Day) con el objetivo de recoger donativos de la ciudadanía
quien, a cambio, recibe como regalo una carismática flor roja elaborada en
papel.
Esta acción, muy arraigada
en la cultura británica, actualmente no solo se ocupa de apoyar a las familias
de los excombatientes del conflicto armado de 1914 sino que esa ayuda la ha ido
haciendo extensiva a los militares británicos con dificultades económicas o
físicas que han participado en las otras guerras que se han ido sucediendo a lo
largo del siglo XX hasta nuestros días. Pero más allá de esta primera misión
solidaria, la Royal British Legion, que cuenta con 700.000 miembros, viene
realizando una constante labor
pedagógica que consiste en sensibilizar a la sociedad para que, sobre todo la
juventud, no olvide y tome conciencia de las consecuencias de los
enfrentamientos bélicos.
Por ello, en Reino Unido
son pocas las personas que no lucen en estos días una amapola en su solapa. Si
encienden la BBC verán como actores, presentadores de televisión, los miembros
del gobierno británico y demás personajes públicos, junto con una parte anónima
de la población, demuestran su compromiso con esta causa centenaria.
Caxton
College, en tan señalada fecha, mira de frente a este fenómeno solidario y se une a la Royal British Legion en la
venta benéfica de amapolas. Además, el pasado 11 de noviembre, a las 11h., este colegio británico guardó dos minutos de
silencio para honrar a los caídos y para reflexionar sobre las consecuencias de
las guerras. “Es importante que los
alumnos tomen conciencia del pasado histórico para poder construir su presente
y su futuro adheridos a patrones éticos que garanticen el respeto a la vida”,
asegura Amparo Gil, directora de Caxton
College.
En España la Real Legión Británica cuenta con unos
4.000 socios en las 36 sucursales existentes. Debido al porcentaje de
ciudadanos británicos que residen en la provincia de Alicante esta zona, que
denominan Distrito Norte, es una de las más activas en la celebración de este
día y un área geográfica donde se reciben los mayores apoyos puesto que suma
1.800 asociados, casi la mitad de los asociados en España. Todos los años
venden aproximadamente alrededor de 25 millones de amapolas en todo el mundo.
La amapola,
como protagonista de este día, tiene su origen en el poema ‘En los campos de
Flandes’ del médico, poeta canadiense y combatiente de la primera Guerra
Mundial, John McCrae. Las flores rojas simbolizan la vida que brotó tras la
contienda en
los devastados campos de batalla de la Región Flamenca. La tradición de
hacerlas en papel nace en 1920 cuando una ciudadana francesa constituyó una
empresa que daba trabajo a algunos de los veteranos y heridos de guerra. En
1921 el Reino Unido recogió esta idea solidaria y constituyó la British Legion.
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