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La
verdad es que muchas veces uno se cansa de escribir cosas sobre la política
municipal. Y muchos/as lectores cuando cogen el periódico quieren leer algo
fresco, diferente, que le permita pasar un buen rato y desconectar de la
problemática diaria, que en estos tiempos que corren suele ser abundante. Por
eso me gusta contar, de vez en cuando, cosas interesantes que suelo leer en
revistas científicas. Y hoy es uno de esos días.
Me
llamó la atención, el otro día, leyendo el Muy Interesante, el poco nivel cultural
que hay en la Unión Europea y especialmente en España. Y como docente, me dio
mucho que pensar. Sabemos, por los informes que publican, que el nivel
educativo español no es el más recomendable y que nuestros/as alumnos/as tienen
dificultad en la compresión, razonamiento matemático... Eso dicen los
informes. Aunque el mejor informe para mí te lo da el tutor que está todos los
días con sus alumnos/as y ve las dificultades que presentan unos y los grandes
avances que tienen otros.
Todo
esto viene al caso porque han realizado un estudio a nivel europeo y me quedé
sorprendido al ver los datos. Personas que apenas saben cosas básicas como por
ejemplo: que el sol está quieto y los planetas giran alrededor (26% creen que
es al revés), no saben situar ningún acontecimiento histórico sencillo en el
tiempo y respondían auténticas barbaridades (y hablo en muchos casos de
universitarios), no conocen a escritores de renombre, ni científicos de primera
línea, ni se han leído libros que se podrían considerar fundamentales, no
saben el nombre de ningún ministro y no sabrían decirte las tres noticias más
importantes que hay en este momento en los medios de comunicación, apenas
sabían de ciencia en general. Pero me refiero a cosas básicas de primaria.
Sin
embargo, muchas de estas personas te decían los nombres de deportistas, de personas
del mundo del corazón, de resultados deportivos, es decir, de temas
relacionados con el deporte y con la farándula, con una precisión y una
exactitud apabullante y desconcertante. El articulista no daba crédito e
imaginaos como me quedé yo.
Vaya
de antemano que cada uno es libre de informarse de lo que quiera y dedicarse a
lo que quiera, faltaría más, pero da que pensar, ¿no? En un país sumido en una
crisis atroz, con un 26,04% de paro, con 3 millones de niños/as en el umbral
de la pobreza relativa, 9 millones de pobres, recortes atroces en educación,
sanidad, servicios sociales, dependencia, pensiones... las personas se
preocupan y se informan sobre una serie de millonarios improductivos que no
aportan absolutamente nada a la sociedad y que la mayoría de ellos pagan
impuestos fuera de España.
Está
claro que a los medios de comunicación, dominados por los poderes políticos y
económicos, les interesa ponernos continuamente en la televisión este tipo de
temas para aborregarnos y que no reivindiquemos nuestros derechos, brutalmente
recortados.
Por
eso, desde aquí reivindico: menos Marca y más El Periódico de Aquí, El Económico,
El País, El Mundo, La Razón, El Levante... menos ver deporte y más practicarlo
al aire libre con la familia y amigos. El cuerpo y la mente lo agradecerán.