Modesto Martínez.
Estamos
en el ecuador del primer mes del nuevo año, un año 2015 repleto de
retos nuevos, todos ellos realmente apasionantes. Doce meses
llenos de oportunidades y más si cabe para nuestra fiesta. Se
presenta con retos y oportunidades de las cuales todos debemos ser
participes.
El
2014 lo acabamos con algún que otro sobresalto pero con la
satisfacción de un 2015 que, por fin, tendrá a bien declarar
nuestros festejos como BIC. Claro está, con el permiso de Les Corts,
como última institución que tiene que votar y aprobar por mayoría
dicha declaración. Los retos, no acaban aquí. Ésto seria muy
aburrido si así fuera, la gente del toro si por algo destaca es
por su compromiso con la fiesta. Una responsabilidad que nos hace
superarnos año tras año, aumentando en festejos y en localidades
que recuperan la tradición.
Hablar
de nuevos retos, posiblemente del reto de los retos, o del gran
reto, es hablar de la manifestación que el día 15 de febrero
tendrá lugar en Castellón. Un acto que debe servir para demostrar
la fuerza que el mundo del toro posee. De momento, ya ha conseguido
una cosa: que todos nos pongamos de acuerdo y vayamos a una.
Algo que parecía difícil pero se ha logrado, o eso quiero
creer. Una jornada que debe servir para reivindicar nuestra cultura,
muchas veces ninguneada por los que se autoproclaman como
defensores de la libertad. Debe ser una jornada festiva, como las más
de 7000 manifestaciones que hemos hecho este año. Todas y cada
una de ellas debidamente autorizadas, por si alguien tiene alguna
duda.
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