Regina Asensi. FOTO MURGUIEl pasado domingo falleció en su hogar de Albalat dels Tarongers, la
que fue madre del Alcalde de esa localidad Filiberto Prats, en las
primeras legislaturas del siglo XXI.
Regina que después de sufrir una larga enfermedad, cerraba los ojos
rodeada del cariño de sus hijos, ayer recibió cristiana sepultura en el
cementerio de Albalat. Han sido muchas las muestras de cariño que han
recibido de todos esta querida familia, quien tanto en el Tanatorio como
ayer durante la celebración del entierro estuvieron acompañados por un
gran número de familiares y amigos.
La misa de exequias, celebrada en la parroquia de la Purísima
Concepción de Albalat, concelebrada por doce sacerdotes y presidida por
Fernando Hueso, superior del Convento de los Padres franciscanos de
Gilet, estuvo cargada de emoción al glosar las virtudes y la trayectoria
de vida que siempre caracterizaron la persona de Regina Asensi.
Madre ejemplar, mujer buena de corazón, de tener siempre las puertas
abiertas de su casa para todos aquellos que a ella acudían, sobre todo
una mujer que sabía perdonar, y que siempre hizo de su vida un ejemplo
de sus profundas creencias religiosas.
La familia agradeció a todos esas muestras de cariño, en un ambiente
serio, dentro de las ceremonias que están establecidas para los actos
funerarios, mostrando la gratitud con todos en palabras dichas al
personal que los acompañó hasta el cementerio por boca de su hijo
Filiberto Prats.
Igualmente desde esta líneas del Periódico de aquí, la familia
agradece tantas muestras de cariño recibidas, no solo para ellos, sino
por el efecto y sentimiento que han demostrado todos con Regina Asensi.
Como conclusión cabe decir una frase que se ha escuchado estos días,
“Conocer a Regineta y no quererla, era imposible.”
Descanse en Paz.
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