Ernest Buralla.Antes que nada me gustaría agradecer a todos los que han hecho posible que
hoy esté aquí escribiendo estas palabras. Ellos ya saben quién son.
Hace veinte años que nos encontramos en el siglo veintiuno, casi cuatro
años desde que MartyMcFly viajó al 21 de octubre de 2015 en la aclamada
película de Regreso al Futuro de Robert
Zemeckis y todavía tenemos mucho camino por recorrer hasta que los monopatines
vuelen.
¿Por qué digo esto? Por una cuestión muy sencilla y que no sorprenderá a
nadie, y es que no vamos tan rápidos como deberíamos, la sociedad actual va
(como siempre) por delante de la administración pública, políticas, etc…
Precisamente por ese motivo desde los organismos que tenemos la capacidad de transformación
de la sociedad debemos de una vez, abandonar las prácticas que no conduzcan a
una mejora de nuestra sociedad, estamos cansados de las disputas estériles
entre organizaciones para obtener cuotas de poder que al final, en última
instancia, benefician poco o nada al contribuyente, tenemos los conocimientos y
la técnica para poder hacer avanzar a la gente hacia un modo de vida mejor.
Hagámoslo.
Esta fue una de las reflexiones que, en hace escasos seis meses, empujó a
un grupo de vecinos a constituirse como una agrupación de electores para buscar
el beneficio general cambiando las malas prácticas y vicios de algunos.
Necesitamos que los políticos que todavía no han entendido esto (que aun
los hay) se comprometan a olvidar las políticas de campanario, estamos
condenados a entendernos y sabemos que juntos somos mejores, la acritud, la
mentira y el miedo nunca fueron buenos consejeros.
Si queremos modernizar las estructuras de los servicios públicos, aquellos
que ostenten la capacidad de decisión deben abrir la mente, expandir sus
horizontes, salir de una vez de la zona de confort y aplicar la psicología
positiva, en mayor o menor medida esto deberá hacerse si queremos estar a la
altura y expectativas de la sociedad a la cual tenemos la oportunidad y el
gusto de servir y la cual ha depositado su confianza en nosotros.
Curioseando brevemente sobre el concepto de la
psicología positiva no he podido resistir la tentación de traeros
dos citas fantásticas que encontré leyendo el otro día a VictorKüppers,
“Ser inteligente es un don, una suerte. Ser amable, ser una buena persona que
ayuda a los demás o ser una persona generosa es una elección” y “Hay un culto
excesivo a la inteligencia. A ver, es importante, un tonto motivado es un
peligro. Pero la inteligencia sin bondad conduce a un mundo inmoral, falto de
ética y perverso, donde sólo importan los beneficios.” Estas citas abren un
camino al entendimiento al diálogo que necesitamos para poder avanzar en
condiciones y que nos permitirán cubrir de una manera mucho mejor las demandas
de la sociedad.
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