Domingo 4 de mayo de 2025, es el día de la Madre y mi familia prevé pasar parte de él en un tren AVE. Mayo es un mes con muchas fiestas y entre ellas están las comuniones y una de estas nos ha llevado Huelva. Sacrificamos la comida familiar con nuestra progenitora por un acontecimiento aún mejor al que vamos todos (mi madre incluida). Fuimos el viernes y nos volvemos el domingo. La vuelta es un viaje largo, cuatro horas y media, pero lo emprendemos con ánimo, ha sido un viaje perfecto y vamos con ánimos renovados de regreso a nuestro hogar. No somos conscientes de lo que nos espera.
. La estación de Santa Justa es un caos. No sólo es el día de la Madre, es el fin del puente de Mayo para los madrileños y además en domingo, el día de más viajeros en las líneas de media y larga distancia, ¿quieres algo más? Pues hay partido en el Sánchez Pizjuán y la estación está llena de gente con camisetas del Sevilla camino de Nervión. La gente se agolpa de cualquier manera a la entrada de los andenes de alta velocidad. Es difícil saber dónde hay una cola para pasar el control de rayos x y donde simplemente hay gente parada. Afortunadamente hemos llegado con tiempo y el estrés de llegar al control de seguridad es breve. Estamos sentados en nuestro asiento 30 minutos antes de la salida. En ese momento no nos importa, pero es porque aún no sabemos que nuestro trayecto de más de cuatro horas va ser más largo de lo que pone en el billete. No saldremos de ese compartimento en las siguientes 8 horas y media.
El tren se ha detenido en un sitio raro. Estamos en medio de la nada pero no estamos especialmente preocupados. A veces los trenes paran porque tienen que dejar pasar a otro. Es algo normal. Al menos el paisaje que vemos es bonito.
Más de 10 minutos sin movernos es raro. Abro X para comprobar si pasa algo grave. Observo que es una situación seria porque la cuenta oficial de InfoAdif habla de un robo de cable y una demora de 25 minutos. Lo de que la compañía cifre la espera en 25 minutos me tranquiliza, hasta que compruebo que la última vez que hubo un problema técnico también anunció ese mismo retraso y luego fue más. Sospecho enseguida que estoy ante un mensaje automático que da esa cifra ante cualquier problema en la red
19:50 La megafonía hace rato que ha explicado que estamos parados por un problema de “alta ocupación en la linea” me extraña que no se corresponda con la información de InfoAdif. Los sistemas automáticos de Renfe mandan SMS diciendo que hay un problema y que se están trabajando para arreglarlo deprisa. Ante la discrepancia de información vuelvo a InfoADIF, la cuenta han colgado fotos de los cables cortados. Decido fiarme de su cuenta y habilito las notificaciones de X para que mi móvil me avise cada vez que publique algo InfoAdif, no funcionará, hay demasiadas cosas técnicas que no funcionan como debe desde que Musk entró con un wáter en sus manos y anunció recortes de personal. Pero los organismos públicos parecen seguir confiando en el antiguo Twitter para sus comunicaciones.
20:12 El tren se mueve por fin y lo celebro anunciándolo por WhatsApp a mis conocidos. Mi felicidad dura exactamente 7 minutos que es lo que tarda el AVE en pararse otra vez.
21:12 un SMS de RENFE me avisa de que el tren tendrá un retraso de 120 minutos, pero que este lapso de tiempo puede cambiar. Yo llevo un rato leyendo mi libro y solo me altera la sacudida que sufre el tren cuando, por la vía paralela a la mía, pasan otros trenes a toda velocidad. Eso me da esperanzas de que simplemente estemos parados porque después del robo sólo quede un carril disponible y nosotros esperamos un cambio de vía.
21:30 Ya debería estar en el Valencia pero en vez de eso estoy parado en algún lugar de la provincia de Toledo. El personal del tren nos ha repartido un vaso de agua o, si se prefería, un zumo, y la megafonía ha advertido a los pasajeros que tenían que hacer transbordo en Cuenca que deberán permanecer dentro del tren hasta la llegada a la estación de Joaquín Sorolla-Valencia donde se buscará alguna forma de llevarles a Albacete o Alicante…pero a partir de ahí la civilización se ha ido degradando dentro del tren hasta llegar a una especie de caos ordenado.
Primero llegaron los “falsos arranques”, con el tren desplazándose algunos metros para volver a frenarse otra vez, luego las melodías de atención que sonaban por la megafonía sin ir acompañadas de ninguna información o mensaje. Por último el tren pierde su aire acondicionado y después de la luz. Dura poco tiempo, es cierto, pero pasará al menos otra vez antes de arrancar. En medio de las malas señales un anuncio de megafonía cita a todo el personal en el vagón cafetería del tren. Seguro que es el sitio más grande para tener una reunión pero hubiera sido mejor usar un eufemismo como “Punto de Encuentro” o “Sala de Reunión” porque lo de la cafetería despierta risas entre el pasaje.
21:47. Me llama la atención como la gente se toma todo lo que está pasando con educación, al menos en mi vagón.
Eso sí, los niños lo llevan mejor que los adultos. Los pequeños juegan, pintan y preguntan, los grandes aguantan como pueden.
Alguien tiene lo que es un claro inicio de una crisis de ansiedad que acabará desarrollándose entera y que la persona afectada llevará con discreción para no asustar a los menores presentes, hay quien inicia un debate para decir que puestos a mantenernos parados mejor era aparcarnos en una estación donde la gente pueda estirar las piernas, decidir si busca un transporte alternativo o simplemente fumar.
Otros recurrimos a un clásico del siglo XXI: quejarnos en internet. El community manager de RENFE tarda más de 40 minutos en dar un mensaje clásico de comprensión ante la situación. También está siendo un domingo largo para la persona que lleve la comunicación de la compañía.
22:17. Nadie celebra los avances del tren porque todos sabemos que se parará en pocos metros. El último parón va ser especialmente duro. Estamos cerca de Mora y Orgaz, provincia de Toledo, últimos pueblos de los que InfoADIF ha citado como afectados. Los pasajeros dicen que vamos a estar parados 45 minutos más aunque eso no se ha escuchado por megafonía y desconfío. Pero tienen razón.
23:19. Hace tiempo que las únicas comunicaciones de RENFE son mensajes masivos enviados a móviles y correos, cifran el retardo de mi viaje en 220 minutos. Casi 10 veces más que el optimista plazo de 25 minutos con el que anunciaron nuestra incidencia. El tema ya está en los medios de comunicación, algunos lo comentan, otros se preguntan de qué nos sirve ahora mismo que se hable tanto del robo y de cómo se está buscando a los culpables en vez de sobre nuestra situación. El presidente de Renfe asegura que se ha repartido bebida y comida entre los afectados, yo miro mi vaso de plástico vacío y me pregunto donde estaba yo cuando repartieron la comida esa y como ha podido pasar si no me he levantado de mi asiento.
23:30. Estamos parados, más o menos, a la altura de Seseña. Es desesperante para muchos pero hay alguien que recuerda que ahí ya se hizo una parada a la ida para cambiar de vías. Tiene razón. Entramos ya la vía rápida. Por fin el AVE volverá a tener alta velocidad.
00:25 Llegamos a Cuenca, el personal del tren pasa por el pasillo hablando sobre cómo gestionar una nueva situación. Parece que en Cuenca ha subido gente pero no puede sentarse en su sitio asignado porque los que debían transbordar en la Ciudad Encantada, ahora tienen que bajarse el Valencia. Uno de los trabajadores confirma que habrá sitio para todos.
00:30. El tren ya funciona de forma normal, pero también empiezan los cuchicheos en el vagón. Los viajeros veteranos saben que si vas en un tren que llega después de las 12 de la noche vas a tener problemas al llegar a la estación. No habrá taxis para todos y la frecuencia del transporte público baja drásticamente en Valencia por la noche. Va a haber codazos por conseguir un taxi y algunos hablan ya de pedirlo por la app por adelantado, otros quieren salir a la avenida y parar los vehículos antes de que lleguen a la estación a recoger a los que hacen cola. El que se despiste tendrá que esperar un buen rato que quede un transporte libre, y con más de cuatro horas de retraso nadie quiere ser el que vaya a perder más tiempo.
01:21 La gente ya está de pie a pesar de que el tren aún no ha llegado a la estación. Es una práctica habitual cuando el tren llega a Valencia y aún más si no hay transporte público. De repente el tren se para en medio de la oscuridad y se apagan las luces. Alguien canta cumpleaños feliz, le chistan que calle, ya no hay tanto humor entre los pasajeros.
La luz vuelve, la gente discute si estamos en Patraix o en el Bypass (mi GPS dice que en Valencia-San Isidro). El tren se pone otra vez en marcha después de tres minutos de parón sin que nadie nos explique qué ha pasado.
01:30 Llegada a Valencia. Peleas por salir el primero. Afortunadamente a nosotros vienen a recogernos. Detrás de nosotros la lucha por un taxi libre me recuerda a la película de los Juegos del Hambre. No hace falta preguntarse quién será el último, aunque vaya a haber perdedores en la cola de la parada de taxis, lo cierto es que en la carrera por llegar a casa los que han de transbordar Alicante y Albacete han perdido la competición antes de empezar.