Eduardo L. Gómez. Ultrafondista del Siglo XX y entrenador nacional (@EduardoLCoach)Hoy voy a arrimar el ascua a mi sardina. Siendo vd. un runner avezado, ¿no se ha planteado inscribir a su hijo/a en una Escuela de Atletismo?
Lo pregunto, porque creo que es fundamental para la supervivencia de nuestro deporte; nutrirlo por abajo, por la base, por dos motivos fundamentalmente: El primero y para mi más importante, el de educar (atléticamente hablando), precisamente a los padres, (esos grandes olvidados), que imbuyéndose de la cultura atlética (de pista y campo a través fundamentalmente), entenderá, y defenderá a capa y espada nuestra especialidad, y la segunda, para colaborar al desarrollo armónico y polivalente tanto física como psíquicamente de sus hijos/as.
Y es que es la única vía, ya que el ATLETISMO, (primer deporte de la historia y base de casi todos los demás), es actualmente una gran escuela de VALORES, como el espíritu de sacrificio, de superación, de crecimiento personal y de relaciones interpersonales, además de la universalidad, respeto, igualdad de oportunidades, objetividad, esfuerzo y superación, diversidad, amistad, trabajo en equipo y tradición.
Además, como suelo decir en las charlas que doy habitualmente ante diferente tipo de público, “Atletismo no es sólo correr”. Y ahí radica la riqueza del mismo; Correr, saltar, lanzar… y marchar. En nuestro deporte caben todos/as, hay deportes de equipo, en el que la participación está limitada a “x” número de jugadores/as, y al final acaban jugando sólo los/as mejores… Eso en Atletismo nunca ocurre, aquí “Juegan todos/as” porque es un deporte individual, y realmente si tus compañeros/as no pueden venir, tú no te quedas sin competir; y además, en nuestro deporte entran todos/as: el alto, el bajito, el delgado, el menos delgado, el rápido y el lento, el resistente y el veloz, es decir no es excluyente por las capacidades físicas básicas que tienen los niños y adolescentes al llegar a nuestras escuelas.
Otro de los motivos por lo que es interesante inscribirse en una escuela de Atletismo, es la socialización que conlleva, (aquella que ya comentamos en su día en el caso de los “runners” cuando se integraban en un Club), y que nuestros infantes también notaran… De hecho muchos/as de los compañeros/as de entrenamiento de nuestros niños/as acaban siendo compañeros de salida cuando llegan a adolescentes, y evidentemente tal como se están desarrollando nuestros jóvenes, más nos vale que tengan un “ambiente sano”, y se rodeen de “gente sana”. De hecho muchas personas que se iniciaron en el Atletismo, acaban siendo amigos para siempre.
Si además somos incisivos en el compromiso que supone incluirse en una entidad deportiva para una temporada completa, con lo que ello supone, también transmitiremos a nuestros vástagos otro de los valores más importantes en la vida, como puede ser la constancia y el propio cumplimiento del compromiso acordado.
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