Situación dramática sin precedentes en Valencia. Quince de cada cien personas que acudieron el pasado
año a Casa Caridad lo hacían por primera vez. Así se desprende del “VII Informe
de la Pobreza en Valencia”, elaborado por el departamento de Trabajo Social de
Casa Caridad a partir del colectivo que atiende en sus instalaciones, y que
arroja datos sobre el impacto de la pobreza y el perfil de las personas que la
padecen. Estas nuevas personas “vulnerables” que nunca antes habían requerido
de los servicios sociales, se unen a las que desde hace tres años padecen las
consecuencias de la crisis y que han visto cómo su situación se cronificaba. Ante
esta realidad, el presidente de Casa Caridad, Antonio Casanova, ha alertado del
riesgo de que este colectivo se convierta en los nuevos ‘sin techo’. “El
crecimiento del número de personas, con domicilio y redes familiares, que están
haciendo uso de recursos sociales y requieren ayuda alimentaria no deja de
crecer. Nos preocupa que, si nada cambia, traspasen ese límite de la
vulnerabilidad social y caigan en la exclusión”.
El perfil tradicional del demandante de los servicios de Casa Caridad ha
cambiado completamente en los últimos años, pasando de ser personas sin hogar a
personas sin recursos. En 2012 han sido las mujeres con hijos a su cargo
quienes más han aumentado su presencia, incrementándose en un 44%, a pesar de
que los hombres continúan siendo mayoritarios. El pasado año se realizaron un
total de 30.823 atenciones a mujeres desde el servicio de comedor de la
Asociación. El incremento de familias atendidas por Casa Caridad responde a
esta feminización de la pobreza. Una pobreza más femenina pero también más
infantil, puesto que los menores atendidos se han duplicado en un año. Así, en
2012, Casa Caridad realizó más de 11.600 atenciones dirigidas a niños. Se trata
en su mayoría de menores con edades comprendidas entre los 4 y los 11 años,
(44%). Los pequeños de entre 0 y 3 años representan el 39% y los que tienen
edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, el 17% restante. Es,
principalmente, en fines de semana y festivos cuando Casa Caridad registra
mayor presencia de menores de edad. Sin embargo, y según explica Luis Miralles,
vicepresidente de Trabajo Social y Voluntariado de Casa Caridad, “32 niños han
venido a diario a comer a nuestras instalaciones porque no han tenido acceso a
las becas de comedor este curso”.
Desde Casa Caridad siempre se ha manifestado que un comedor social no es
el recurso idóneo para que acudan niños. De hecho la Institución ha adecuado
sus instalaciones para acoger a estos menores, creando un espacio exclusivo
para familias, con las que se trabaja diariamente en la gestión y derivación a
otros recursos más acordes a su perfil. En octubre de 2012, Casa Caridad, en
colaboración con el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat, puso en marcha
un nuevo comedor social, situado en la calle Santa Cruz de Tenerife, con
capacidad para 120 plazas y destinado principalmente a familias. Esta apertura
supuso un 64% más de familias atendidas. En total, el pasado año una media de
66 familias diarias acudieron a los comedores sociales de la Asociación, cuando
hace apenas tres años su presencia era prácticamente inexistente.
Por lo que se refiere a los adultos, por primera vez son las personas mayores
de 40 años quienes más han aumentado su presencia, un 10%, principalmente por
las dificultades que encuentran para acceder al mercado laboral. Esta franja de
edad representa el 42% de los usuarios del comedor social de Casa Caridad.
Éxodo de población europea y aumento de españoles
La dilatada y profunda crisis económica se está traduciendo en un aumento
considerable del número de inmigrantes de países de la Unión Europea que
deciden regresar a su país o cambiar de ciudad buscando nuevas oportunidades.
Es el caso de los rumanos que, a pesar de que continúan siendo la población más
atendida en Casa Caridad, han disminuido un 29,5% su presencia. En el otro
lado, llama la atención el aumento de un 12,5% de españoles que hacen uso de
los servicios de la Asociación, siendo en su mayoría valencianos, que ya
representan casi el 20% del total de usuarios. Ecuador, Bolivia y Nigeria son
las nacionalidades más golpeadas por la crisis. En los dos primeros casos se
trata de perfiles de familias nucleares cuyos lazos familiares ya no resisten y
acuden acompañados de todos los miembros de la familia (padres, hijos, tíos,
sobrinos, abuelos…) demandando ayuda alimentaria. En el caso de Nigeria son en
su mayoría madres solteras con niños.
Búsqueda de soluciones
En este contexto, Casa Caridad pide un esfuerzo, tanto por parte de los
agentes políticos, instituciones, organizaciones empresariales y entidades
sociales para “entre todos, lograr frenar que más personas caigan en la
exclusión social. No podemos dejar pasar más tiempo sin apostar por la búsqueda
de recursos para fomentar el empleo, única vía de salida a la situación de
todas estas personas”, ha apuntado Luis Miralles.
Sobre Casa Caridad
Casa Caridad Valencia es una institución benéfica
privada, declarada de utilidad pública, dedicada a resolver las necesidades más
básicas de las personas sin hogar. Actualmente sus servicios incluyen comedor
social, albergue, escuelas infantiles, centro de día, programas de higiene y
salud y búsqueda de vivienda y empleo. En su comedor social reparte más de 300.000
raciones de alimento, el albergue acoge más de 20.000 pernoctaciones y las
Escuelas Infantiles atienden a 76 niños de entre 1 y 3 años. Junto a estos
servicios, el departamento de Trabajo Social, a través de distintos programas,
apoya la reinserción de las personas sin hogar, por medio del Centro de Día,
asesoramiento, acompañamiento a familias monoparentales y servicios básicos de
higiene y salud.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia