La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) lamenta
profundamente que el Comisario de Agricultura, Phil Hogan, tras la
reunión del consejo de Ministros de Agricultura de la UE celebrada
ayer, afirmara que la CE va a reconsiderar únicamente el impacto que
el acuerdo firmado con los países de Mercosur -Argentina, Brasil,
Uruguay y Paraguay- tiene en el sector bovino y no hiciera mención
alguna sobre ninguno de los productos sensibles de la agricultura y
la ganadería mediterráneas como son los cítricos, el arroz o la
miel.
A pesar de los efectos devastadores que ha tenido la crisis
citrícola de la última campaña sobre la economía de los
agricultores valencianos con unas pérdidas que alcanzan los 300
millones de euros, la UE ha olvidado de nuevo a este sector y hasta
ahora solo se ha planteado la modificación de este acuerdo en el
apartado del vacuno, que afecta principalmente a los países del
norte de Europa, especialmente a Francia, Reino Unido, Alemania e
Irlanda.
Esta organización ya alertó recientemente sobre el impacto
negativo que podría suponer la entrada masiva de zumo de cítricos
procedentes de Brasil, ya que amenazaría seriamente el papel
estabilizador del mercado en fresco que tiene la industria de
transformación, puesto que la competencia que ejercerán esos zumos
se traducirá en mayores dificultades para los productores europeos a
la hora de destinar sus cítricos de menor condición y calibre a las
plantas transformadoras a unos precios mínimamente razonables.
Hogan tampoco hizo referencia al arroz o a la miel, productos que
tienen hoy en día una rentabilidad muy cuestionada en España. En el
caso del arroz, se trata de un cultivo deficitario que sobrevive a
base de subvenciones, mientras que la miel atraviesa una enorme
crisis debido a las adversidades climáticas de la sequía y a las
importaciones masivas de países terceros, especialmente de
Sudamérica, que se traducen en precios ruinosos para los apicultores
que no les permiten ni siquiera cubrir los costes de producción.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien
asumió la gravedad de la crisis citrícola y la necesidad de tomar
medidas para potenciar la rentabilidad de un sector clave en la
economía valenciana, todavía no ha declarado a este cultivo como un
producto sensible ante la firma de este tratado. Si bien es cierto
que Planas ha solicitado a la UE que evalúe el impacto del acuerdo
con Mercosur sobre el sector agroalimentario, la realidad es que el
norte de Europa ha sido más contundente y ya ha pedido que se
reconsidere el capítulo del sector de vacuno.
“Una vez más queda clara la diferencia entre quiénes son
productores mediterráneos y quiénes no. Un agravio comparativo que
provoca que cada vez creamos menos en Europa, sin olvidar los méritos
del señor Sánchez al impulsar este tratado que hipoteca el futuro
del campo valenciano”, señala el máximo representante de esta
organización, Cristóbal Aguado.
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