La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) solicita formalmente al comisario de Agricultura y Alimentación, Christophe Hansen, así como a los europarlamentarios españoles de todos los grupos políticos en la Comisión de Agricultura, que modifiquen la normativa del etiquetado del arroz para aportar mayor transparencia, información y garantía alimentaria a los consumidores, sin perjuicio de los productores. Aunque se trata de una reivindicación histórica de la asociación presidida por Cristóbal Aguado, la demanda cobra actualidad después de que la Generalitat Valenciana haya archivado un expediente investigador, a solicitud de AVA-ASAJA, contra la cadena de distribución ALDI porque “la normativa comunitaria vigente no permite sancionar confusiones intencionadas sobre la calidad y el origen del arroz”.
AVA-ASAJA interpuso en febrero de 2024 una denuncia ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) para que este órgano dependiente del Ministerio de Agricultura investigara si ALDI había cometido irregularidades en la venta de arroz redondo “La Villa” de “categoría extra”, el cual en su etiquetado tan solo especificaba el distribuidor (Agrovert, S.L. domiciliado en Almàssera, Valencia) junto a imágenes tradicionales de arroceros valencianos con indumentaria del siglo XX, pero no el país de origen.
Esta denuncia fue remitida por el secretario de la mesa de calidad del Ministerio al Servicio de Control de Calidad Agroalimentaria, dentro de la Conselleria de Agricultura, al ser la administración autonómica “la competente en resolver los incumplimientos de etiquetado y calidad”. Tras estudiar la documentación presentada, inspectores de la Generalitat recogieron lotes del envasador Maicerías españolas S.A. y los analizaron en el Laboratorio Agroalimentario, Enológico y Medioambiental. Asimismo, del estudio de la trazabilidad la Generalitat constató que los lotes importados por Agrovert S.L. fueron expedidos por “empresas ubicadas en el sudeste asiático: Tailandia y Singapur”.
Sin embargo, atendiendo a la legislación europea, la Generalitat archiva el expediente sin sanción alguna por dos motivos. Por un lado, expone que “la calificación global de la muestra es conforme con la categoría extra declarada en el etiquetado”, a pesar de que, a juicio de AVA-ASAJA, “a simple vista se detectaban en los granos multitud de imperfecciones que para nada se suelen ver en los arroces europeos de calidad”. Por ello, la organización agraria reclama a la Unión Europea que eleve el nivel de calidad exigido para ser considerado “extra”, lo que beneficiaría a los consumidores pero también a los arroceros europeos ya que “facilitaría una mayor diferenciación de su producto respecto a importaciones de menor calidad”.
Por otro lado, respecto a la omisión del país de origen, la resolución informa que “la obligatoriedad de esa indicación no queda recogida en la orden de 12 de noviembre de 1980 por la que se aprueba la norma de calidad para el arroz envasado” y que “de la consulta del Informe de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo (…) se concluye que el interés general es seguir manteniendo el carácter voluntario de la indicación del origen en el etiquetado”. Además, sobre las imágenes icónicas de los arroceros, el informe concluye que “dado que no alude al origen del producto, no se valora como irregularidad”.
AVA-ASAJA advierte de que “esto demuestra que la normativa europea del etiquetado del arroz permite engañar descaradamente a los consumidores y encima tiene el morro de decirnos que es por “interés general”. Puede que interese a los grandes importadores de arroz y a los políticos europeos para continuar usando la agricultura como moneda de cambio con la que vender otros productos industriales a esos países terceros, pero en absoluto interesa ni a los arroceros ni a los consumidores que no saben lo que compran. Ya está bien, cambien la ley y dejen de jugar con las cosas de comer”.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia