Huerto de cebollas. EPDA La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y LA UNIÓ de Llauradors i
Ramaders reprochan la "torticera maniobra comercial" llevada a cabo
con cierta antelación a la crisis del Covid-19 consistente en la importación
masiva de cebollas originarias del hemisferio sur con el objetivo premeditado
de inundar los lineales y empujar a la baja los precios de la cosecha
valenciana desde los inicios de la campaña de recolección.
Ambas
organizaciones agrarias constatan que la entrada de cebollas foráneas se ha
incrementado drásticamente en las últimas semanas, de tal manera que los
almacenes se encuentran llenos y las tiendas de alimentación abastecidas con
esta producción venida desde miles de kilómetros. Mientras tanto, los
agricultores valencianos están sufriendo importantes dificultades para vender
sus cebollas: por un lado, los compradores apenas muestran interés por cerrar
las primeras operaciones en el campo; por otro, los escasos precios ofrecidos
hasta el momento oscilan entre los 0,10 y 0,14 euros por kilo, situados muy por
debajo de los costes de producción y hundidos a la tercera parte de la
cotización media de la pasada temporada (en torno a los 0,40 €/kg en 2019).
A la
vista de la gravedad de la situación, AVA-ASAJA y LA UNIÓ solicitan a los
consumidores su implicación para comprar en aquellos establecimientos que
apuestan por los productos agrarios autóctonos y, de este modo, apoyan a un
sector que ha reafirmado su compromiso de seguir suministrando alimentos en
cantidad y calidad a toda la sociedad, al tiempo que colabora de manera
altruista en la desinfección de las calles para combatir el Covid-19. Ambas
entidades se han puesto en contacto con las organizaciones de consumidores de
la Comunitat Valenciana, haciendo hincapié en la necesidad de incentivar
nuestra agricultura para salir de esta emergencia y dar una lección a aquellas
empresas comercializadoras que perjudican al sector agrario anteponiendo sus
intereses particulares.
Etiquetado
del origen
Por su
parte, y en relación a la reciente legislación aprobada acerca del etiquetado
del país de origen, AVA-ASAJA y LA UNIÓ exigen a la Generalitat Valenciana que
inspeccione toda clase de centros de distribución, desde los grandes
supermercados hasta las pequeñas fruterías de barrio, en aras de comprobar si
las cebollas y los otros productos puestos a la venta cumplen la nueva
normativa del etiquetado y, en caso de cometer fraude, imponga sanciones
ejemplares.
En
este sentido, las dos organizaciones se ponen a disposición de cualquier
persona (AVA-ASAJA: al teléfono 963 804 606 y correo prensa@avaasaja.org; LA UNIÓ: al teléfono
96 353 00 36 y correo launio@launio.org)
para comunicar la venta de cebolla foránea en todo establecimiento de la
Comunitat Valenciana, acompañando la información con fotografías del producto y
el etiquetado. Tras las debidas comprobaciones, ambas asociaciones se
comprometen a hacer un listado de puntos de venta y publicitarlo en sus medios
de comunicación para que sean los consumidores quienes decidan dónde comprar y
dónde no.
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